El Loco enamoró a los chilenos y clasificó a la Roja. Con su mejor jugador averiado y en duda, Suazo, el objetivo es pasar de ronda y después ver que pasa.
Hasta la semana previa, había un optimismo considerable del otro lado de la Cordillera en cuanto a las posibilidades del equipo. Pero el desgarro de Humberto Suazo, principal figura, trajo preocupación y los fantasmas empezaron a sobrevolar. La rotura fibrilar de Suazo que lo dejará afuera de los primeros dos cotejos ante Honduras y Suiza. Justamente este último choque es el partido más importante para llegar con opciones de clasificar al duelo ante España, cotejo en que el Chupete Suazo volvería.
En 2002 cuando Bielsa era seleccionador argentino las lesiones fueron la principal causa de la prematura eliminación.
En el Mundial de Corea y Japón, el Loco quiso que sus jugadores vuelen. Y llegaron agotados a la competencia. Ahora parece que redobla la apuesta con situaciones curiosas como los dos partidos en un mismo día.
En las Eliminatorias, Chile fue la revelación. Bielsa supo sacarle el jugo a una de las mejores camadas de la historia chilena con Suazo, Matías Fernández, Valdivia, Alexis Sanchez, Arturo Vidal, Medel, Mark González, entre otros. Pero no solo por eso, sino que lo hizo porque supo transmitir sus conceptos y logró convencer en base a eso.
Los trasandinos llegaron al tercer puesto cuando fueron anfitriones en 1962 – de hecho no ganan un partido en un Mundial desde aquella ocasión-. Después solo pasaron ronda en 1998, campeonato en el que empataron los tres primeros cotejos.
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