lunes, 20 de diciembre de 2010

Un campeón con todas las letras

Estudiantes le pudo faltar brillo pero le sobró jerarquía para quedarse con un merecido título. Vélez fue un digno subcampeón y se quedó en la puerta.


No siempre los ganadores adquieren el respeto y reconocimiento que se merecen. Y eso a veces ocurre con Estudiantes. Y volvió a ocurrir en este torneo. Con 45 puntos fue un merecido campeón, es cierto que su fútbol no atrapa a terceros y en que algunos partidos hasta los ganó sin merecerlos. Pero llegar a esa cosecha no fue casualidad.
Con varias bajas para encarar esta temporada, como las de Boselli, Angeleri, Clemente Rodríguez y José Sosa, el Pincha tuvo el convencimiento en sus virtudes y la capacidad que pocos tienen de ocultar sus limitaciones. Le faltó peso ofensivo pero inventó a Enzo Pérez en un jugador de todo el frente de ataque y la Gata Fernández aportó su olfato goleador.
Con ese emocionante trajín que ofrece el Chapu Braña o el talento de Veron, el conjunto de Sabella triunfo ahí donde se ganan los partidos, en la mitad de la cancha. Atrás rara vez quedó mal parado. Incluso sorprendió ahí en roles claves para los chicos del club como Rojo o Fernández que se transformaron en jugadores fundamentales con goles claves.
Mención especial para Velez, equipo que de haber campeonado, también hubiese justo. Fue el colmo para el Fortín que el gol del torneo para Estudiantes lo haya hecho Hernán Rodrigo López, un futbolista al que no supieron valorar y lo dejaron partir. Ese tal vez haya sido su error. Ahora los dos tienen la chance de repetir en la Copa. Lo que les habrá el juego a los demás.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

No hay peor cuña...

Maidana, ex Xeneize, le dio la victoria a River en el superclásico. Otra vez Boca se quedó sin técnico y ahora necesita cirugía mayor urgente. El local sacó pecho y de a poco sale del fondo de los promedios.

River recuperó la sonrisa a costa de un apático y errante Boca y se quedó con el clásico después de tres años, justo en el debut de Juan José López como entrenador. La derrota también dejó afuera del club al DT Xeneize.
Desde la actitud y el convencimiento durante la semana, el Millonario empezó a ganar el clásico. Si bien es inentendible e histórico que hayan despedido a su DT antes del clásico, por las dudas de perder y que el eterno adversario lo deje anárquico tácticamente, la llegada de Jota Jota descomprimió. Supo que había que dejar el traje para otro momento, y ponerse el overol. Puso un central, un doble tapón para absorber a la única arma seria del contrincante, Juan Roman Riquelme.
No sólo en actitud, el equipo de Nuñez goleó a su ex vecino, sino que también tácticamente. Es incomprensible que Jesús Méndez, haya vuelto a jugar como carrilero por derecha, cuando está testeado que no para ni al colectivo. No se sabe de que jugó Clemente, si de lateral o volante. Y porque Matías Giménez fue más mediocampista central que carrilero.
El cotejo para Boca terminó mucho antes que el furibundo cabezazo de Maidana llegue a la red. Cuando a los diez minutos, Román hizo señas de que no podía más. Ahí River se convenció todavía más, y Boca con el enganche rengo, quedó discapacitado para generar fútbol. El local se malentonó y solo con garra se lo llevó por delante. Pereyra se hizo un picnic con Méndez y Cellay, Lamela hizo revolcar a la sombra de Battaglia y Ortega de a ratos se rejuvenecía y parecía el Burrito de otras épocas.
A Boca solo lo salvó Javier García, el arquerito tan atacado a veces, fue el único que estuvo a la altura de las circunstancias. Sin él, Boca tal vez se hubiera vuelto con una goleada histórica. Le salvó un mano a mano a Ortega, y sendos remates de Acevedo y Lamela. No hubo más porque River se refugió innecesariamente ante un rival pálido y cuando pudo contragolpear no supo hilvanar.
El final fue previsible. Boca casi no inquietó. Y Borghi marchó. Ya no había forma de sostenerlo. River lo goleó tácticamente y el Bichi renunció, como había querido hacer días atrás pero no lo dejaron. El Xeneize tenía todo para herir feo a su rival pero le terminó poniendo el respirado artificial con tres puntos de oro.
SINTESIS
RIVER: Carrizo 6; Ferrari 6, Maidana 8, Ferrero 6, Román 6; Acevedo 6, Almeyda 7, Pereyra 7; Lamela 6; Ortega 6, Pavone 6 DT JJ López
BOCA: García 7; Cellay 4, Caruzzo 5, Insaurralde 4, Clemente Rodríguez 4; Méndez 3, Battaglia 5, Matías Giménez 4; Riquelme 4; Palermo 4, Mouche 3

lunes, 15 de noviembre de 2010

El Día del Juicio


River y Boca chocan este martes en una nueva edición del superclásico. Los dos vienen mal, muy mal, pero juegan por el orgullo y por el futuro.
Después tanto suspenso por fin llegó el momento tan esperado por los hinchas de los dos más grandes del fútbol argentino. River y Boca van a enfrentarse este martes en el Monumental en un nuevo Superclásico. Para muchos se trata de un clásico devaluado pero nada de eso es cierto porque juegan por el orgullo y para ver como sigue su vida de acá hasta el año que viene.
Un triunfo traerá tranquilidad y podrán poner el piloto automático hasta que se acabe el almanaque de este 2010. Una derrota los depositará en el infierno mismo. Por el lado local, el sueño de Jota Jota López de quedar confirmado en el banco de suplentes podría triturarse con una derrota ante el clásico rival. Ni que hablar por el tema de la promoción ya que ni siquiera un triunfo le alcanza para salir de esa situación pero claro está el envión anímico que conseguiría el zarpazo al endeble Huracán sería inminente.
Por el contrario, el Xeneize tampoco tiene un segundo de paz. Primero, el Bichi Borghi volvió a poner en duda su puesto, luego Palermo hizo declaraciones desacertadas por el momento y luego el Bichi tuvo un cruce con Lucchetti que determinó en su salida del equipo.
¿Quién parte de candidato? No hay uno superior al otro. Los dos juegan más. Tal vez por la Localia y porque tiene un arquero confiable, Carrizo, River tiene una pizca de ventaja. Pero no es una garantía. Boca tiene de su lado la experiencia de Riquelme o Palermo. Pero todo sigue abierto.

sábado, 23 de octubre de 2010

Un Cero grande para todo el fútbol argentino


Velez y Estudiantes armaron un bodrio en Liniers y empataron sin goles. Los dos mejores equipos del torneo doméstico evidenciaron el paupérrimo nivel que tiene este deporte por estos pagos en la actualidad.

Esta claro que son los dos mejores equipos del fútbol argentino. Es obvio que Vélez y Estudiantes son los grandes candidatos en quedarse con el Apertura. Pero lo demostrado en la noche del viernes en Liniers fue paupérrimo y refleja en gran medida la pobreza del torneo doméstico.
Pueden tener sus excusas como las bajas de Maxi Moralez en el local y de la Bruja Verón en el Pincha pero no pueden depender solo de esas figuras. Velez, con las urgencias obvias de ser el anfitrión y de estar abajo en la tabla, asumió la responsabilidad del desarrollo, sin desesperarse, y con el correr de los minutos terminó conformándose con la igualdad.
Lo del visitante fue peor porque siempre se atrincheró con su esquema ultra cauteloso de cinco defensores, 4 volantes y un solo punta que fue la Gata Fernández que defendió más de lo que jugó. Falta de audacia para un entrenador como Alejandro Sabella que suena para dirigir a la Selección, o que sonaba mejor dicho. Pese a eso, el elenco de La Plata estuvo más cerca de la victoria, primero a través de una jugada personal de Enzo Pérez que tiró desviado y luego un cabezazo de Federico Fernández que casi se le mete en la ratonera al uno, pero Barovero se estiró en la única atajada difícil de la noche.
Lo del Chapu Braña si fue conmovedor, nunca deja un pelota por perdida. Si hubiese tenido el marketing de otras “estrellas”, hace rato se hubiese ido del fútbol argentino. Los demás quedaron en deuda. Como todo los demás equipos en todo este Apertura.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Una nueva esperanza

El deporte argentino tiene una nueva generación que puede dar el golpe en los próximos años. El noveno puesto logrado por la Selección de voleybol puede ser bisagra para volver a los primeros planos en un corto plazo.

Que lo diga el cuerpo técnico o los propios jugadores argentinos tal vez no tenga peso porque carece de objetividad. Pero que lo diga el resto de la prensa especializada o los propios rivales ahí alcanza otra tonalidad. Como lo dicho por el gran capitán serbio Nikola Grbic que ve al equipo argentino con cosas de aquel conjunto yugoslavo que sorprendió en Atlanta ´96 y que cuatro años después saliera campeón olímpico.
La actuación adquiere relevancia por el juego y por los rivales con los que se enfrentó. Estados Unidos, Serbia y Rusia eran inaccesibles en los papeles y salvo ante estos últimos el conjunto de Javier Weber estuvo a la altura. Venció en los partidos parejos como Francia, República Checa o España cuando pocos creían en que se iban a quedar afuera en primera ronda, tras la debacle en la liga mundial, torneo en el cual se perdieron los catorce encuentros que disputaron.
Mientras grandes potencias como Brasil o Rusia manchaban su nombre al ir para atrás, la Selección apostó a ganar pese a tener que enfrentar cruce inaccesibles como los de la tercera ronda ante balcánicos y ex soviéticos. Y lo mejor tal vez este por venir, porque los jugadores argentinos apenas están dando sus primeros pasos, como Facundo Conte, quien porta el talento de su padre, Hugo, uno de los mejores jugadores de la historia, Sebastián Sole y Pablo Crer. O el armador Luciano De Cecco, con apenas 22 años fue el conductor con un Mundial a cuesta.
El noveno puesto es el mejor resultado fuera de casa en los últimos veinte años desde el Mundial de 1990 cuando salió sexto –misma ubicación que en 2002, cuando fue local-. El equipo dio un paso fundamental. Ahora habrá que esperar si viene el gran salto.

Renovación ya

Tras la histórica derrota ante Japón, la Selección necesita un recambio urgente y decisiones fuertes. Si Batista es confirmado en el cargo que sea designado lo más pronto posible para que empiece ya a refundar la Selección.

La Selección no se convirtió en campeón moral por ganarle a España. Tampoco es el peor seleccionado del Mundo por perder con Japón –recordemos el gran certamen que hicieron los nipones, eliminados por Paraguay por un penal, tras haber despachado a Camerún y a Dinamarca-. Aquel resonante triunfo ante el rey futbolístico del planeta en cancha de River solo sirvió para evidenciar que con un plan y la reorganización táctica como poner el inodoro en el baño y la heladera en la cocina, o sea poner laterales en los laterales, las cosas en Sudáfrica pudieron haber sido distintas.
Pero ya nada sirve hacer de cuenta que hubiera pasado. De nada sirve reincidir con los cuatro laterales. Mucho menos si se juega con cuatro defensores que rondan los treinta años y por ende no llegarán a Brasil 2014. El más joven de esa línea de fondo que jugó contra los de medio oriente fue Nico Burdisso, que está a punto de cumplir 29 años.
Si ya es un secreto a voces que Batista va a ser confirmado, porque no lo confirman ya. Así no tiene las manos atadas. Pero claro habrá que ver si el Checho tiene la personalidad suficiente para jubilar de la Selección a Heinze, entre otros. Zanetti con 36 años, Samuel, Cambiasso, los hermanos Milito, también deberían haber cumplido ya que pisaron los treinta. Otro que por ahí anda es el peor jugador argentino del Mundial, Demichelis. Pero siguen siendo convocados, tapando a otros jóvenes valores.
Otra idea del interino DT era sacarle la capitanía a Mascherano y darsela a Messi, pero ahora parece que desistió. No se habla de que si fuera justo o no. Si no que si esa era su idea, esta bien que la haga. Pero quiere evitar roces. Y si le huye a la responsabilidad de tomar decisiones no es buena señal.
Esta claro que en la próxima selección el único intocable debe ser Messi, el mejor jugador del Mundo. El resto es sustituible. Tal vez el Pipita Higuain con su incontenible poder de gol. Ya que ni siquiera Mascherano o Tevez, otros dos intocables para anterior seleccionadores, vienen teniendo grandes actuaciones. Por eso, el equipo debe ser Messi + 10. El resto se verá. Pero mientras las otras selecciones que fracasaron en el Mundial como Italia, Francia o Brasil ya arrancaron el camino a la copa del Mundo. Mientras que Argentina regala meses de trabajo. Y esta claro que no le sobra nada.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Recontra Vale

El básquet cumplió una notable labor en el mundial con el quinto puesto. Por que fue uno de los mejores equipos del torneo hasta la debacle con Lituania y después se levantó por méritos propios, superando incluso a España, defensora del título, rival que hace 16 años no le ganaba. La Generación Dorada no te deja a pie, ¿Pero que pasará cuando no estén más?

La Selección Argentina de básquetbol terminó con la frente bien alto en el Mundial que se desarrolló en Turquía. Con la victoria sobre España, el equipo de la Oveja Hernández maquilló aquella triste imagen que dejó en el partido contra Lituania en cuartos de final y pudo finalizar por tercera vez entre los cinco primeros del torneo.
Si se analiza los resultados, el equipo cumplió con creces porque venció a equipos molestos como Alemania, detuvo el crecimiento de Brasil con una victoria soberbia que eliminó al archirrival y le puso paños fríos a la evolución que muestra el otro gigante sudamericano de cara a lo que viene es la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres. Luego se sobrepuso a tremenda paliza propinada por los ex soviéticos, para terminar lo más arriba posible demostrando que este grupo no se duerme en los laureles y es conformista, se levantó de sus cenizas para superar a Rusia y a los españoles. Estos últimos, que eran los campeones defensores y era la bestia negra de esta generación. Desde el cotejo por el noveno puesto en Canada 94 que Argentina no superaba a un seleccionado ibérico y este equipo saldó su deuda.
Sin Ginobili, ni Nocioni. Con Oberto en inferioridad de condiciones, el combinado mostró variantes pero dependió mucho de Scola, el mejor pivote argentino de toda la historia. Delfino se puso el equipo al hombro en su primer torneo importante como titular y no le pesó la responsabilidad de suplantar a Manu. Prigioni fue el mejor asistidor del certamen. Esta generación cumplió con creces este compromiso. Comparar esta ubicación con el quinto lugar del fútbol es una falta de respeto para una generación que nos dio todo. En cambio, el deporte más popular es una máquina de perder.
El problema va a ser cuando no esten los Ginobili, Nocioni, Scola, Oberto, Delfino y Prigioni. ¿Quién podrá suplantarlo? La generación no se quedó dormida pero si parecen que lo hicieron los dirigentes porque no aparecen figuras que puedan suplantarlos y hay que prenderlas velas para que todos lleguen a Londres en óptimas condiciones. Por eso esto es pan para hoy, hambre para mañana.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Rápidos y furiosos


Argentina goleó a España con una ráfaga en el comienzo y después durmió el partido con el Tiki-tiki. Grandes actuaciones del trío de arriba que estuvo bien abastecido. El campeón del mundo no presentó a todos sus titulares.
La Selección consiguió un histórico triunfo ante el campeón del mundo, España, por 4 a 1 ayer en el Monumental con una gran actuación en conjunto que sirve para posicionar al Checho Batista y dejarlo al borde de la confirmación como DT del equipo nacional.
No hay que confundirse. Los españoles salieron relajados y sin seis titularres: Casillas, Puyol, Ramos, Capdevilla, Xavi y Pedro. Pero no fue la diferencia de nombres si no la actitud con la que salieron a jugar lo que diferenció a ambos conjuntos. España, tras el climax de la euforia saltó al campo como si tuviera resaca. Para Argentina fue la final del mundo.
Los primeros quince minutos fueron de ensueño. Primero Tevez, tras un magistral pase de Messi, definió como si fuera un hincha más: atolondramente. Al rato, se invirtieron los roles: pase riquelmeano del Apache y Lio definió con una categoría notoria. Luego Carlitos le entregó el gol al Pipita Higuain para el 2 a 0 antes del primer cuarto de hora.
A esa altura el Tiki-tiki era argentino, empezando desde el fondo y continuando en un mediocampo que le entregaba la pelota redonda a los de arriba. Bien abastecidos, Tevez jugó de Tevez y Messi de Messi. Aunque solo en cuentagotas, claro está. Gran partido de Banega, como socio de Lio en la gestación como alguna vez lo fueron Verón y Riquelme en la Selección. La defensa no mostró grandes fisuras en el primer tiempo, pese a que la Furia tranquilamente podría haber descontado a través de David Villa, que tiró dos tiros en los palos.
El blooper de Reina le dio su merecido premio a la consistencia de Tevez. 3 a 0 en un tiempo sonaba a mucho hasta para el más optimista. En el complemento, aun con el ingreso de más suplentes España arrinconó a Argentina y mereció descontar antes. Otro tiro en el palo y varias situaciones claras terminaron con el descuento de Llorente.El 3 a 1 se ajustaba más a lo visto –el campeón de Europa pudo descontar otra vez, luego de un error de Mascherano en la salida pero Demichelis salvó en la línea- en el campo pero el Kun Agüero anotó su gol con un certero centro enviado por Heinze.
En definitiva, una gran alegría para la gente y para que el sueño de Batista de quedar confirmado este más cerca. Una vez que eso ocurra, el DT deberá asumir los riesgos de la renovación implica porque no tiene mucho sentido ganar un amistoso a cuatro años del Mundial con cuatro defensores que tienen alrededor de treinta años. Igualmente, hay una pregunta que nunca podremos contestar ¿Qué hubiera pasado si el trío mágico hubiera tenido una estructura sólida que los abastezca con un lateral con oficio y un mediocampo equilibrado que quita y entrega las pelotas correctamente?

ARGENTINA 4-ESPAÑA 1
ARGENTINA: Romero 6; Zanetti 6, Demichelis 6, Milito 6, Heinze 6; Banega 7, Mascherano 7, Cambiasso 6; Messi 8, Tevez 8;Higuain 6
ESPAÑA 1: Reina 2; Arbeloa 4, Marchena 4, Pique 4, Monreal 4; Xabi Alonso 5, Busquets 4; Cesc 5, Iniesta 5, David Silva 4; David Villa 5
Goles: 12 Messi; 14 Higuain, 39 Tevez (ARG) 84 Llorente (ESP) y Agüero (ARG)

Scola do samba


De la mano de Luisito Argentina despachó a Brasil por 93 a 89 y se metió entre los ocho mejores equipos del mundo. Ahora en cuartos de final, lo espera Lituania que eliminó a China.
Ya todos los adjetivos conocidos le quedan chicos. Gigante suena poco. Megagigante, tal vez cierre. Pero las actuaciones de Luís Scola en el Mundial de Basquetbol de Turquía son sencillamente increíbles. Con 37 puntos, el pivote de Houston Rockets apareció cuando el equipo más lo necesitaba para eliminar a Brasil, el rival de siempre, por 93 a 89.
El partido, válido por los octavos de final del certamen, fue cerradísimo de principio a fin. Pero fue el conjunto brasileño el que estuvo más tiempo en ventaja. Salvo en el final, claro está. Con una sobresaliente tarea de su base Marcelinho Huertas, Brasil se fue al descanso ganando pero no con una ventaja decisiva.
En el seleccionado nacional, la conducción de Prigioni y el buen traslado de Delfino fueron determinantes para abastecer al Gigante. Mención especial para el retornado Oberto y para Jasen que con dos triples consecutivos igualó el partido en el comienzo del último cuarto.
Así se llegó al final, en el que Scola apareció en todo su esplendor para dar un triunfo clave para el pasado, presente y futuro del equipo que entusiasma a todos más allá de las ausencias. La historia estaba a salvo, esa que indica que Argentina sigue con su paternidad en torneos importantes, Mundiales, Premundiales, Preolímpicos y Juegos Olímpicos. Mirando a corto plazo, la victoria es vital para seguir escribiendo páginas de gloria en este certamen. Ahora viene Lituania, un adversario de cuidado, con pronóstico reservado para el resultado. A largo plazo, Argentina evitó que un rival directo para la clasificación a Londres 2012 crezca de cara al Preolímpico del año que viene. Pero es otra historia. Ahora hay que seguir prendiéndole velas a Scola y seguir creciendo en el mundial.

jueves, 2 de septiembre de 2010

La hora de la verdad


La Selección cerró la primera fase con una derrota ante Serbia por 84-82 y ahora enfrentará a Brasil, dirigida por Rubén Magnano, por octavos de final. El equipo todavía no tocó techo pero cumplió en sus primeros cinco juegos.

El equipo argentino llegó a Turquía como candidato pero la baja de Andrés Nocioni hizo que se reinventara a si mismo. Sin jugar un básquet fluido y vistoso, el conjunto de Sergio Hernández cumplió con sus compromisos y se clasificó sin problemas a la siguiente fase.
Pero el equipo hasta ahora dependió pura y exclusivamente del goleo de Luís Scola. El nivel colectivo no brilló. Salvo Delfino, figura en la primera victoria ante Alemania, el resto no acompañó bien al pivote de Houston Rockets, al menos en cuestión de puntos ya que Scola marcó en los restantes juegos más de treinta puntos.
En el cotejo ante Serbia hubo buenas señales más allá de la derrota. En el primer cuarto, Prigioni y Delfino encontraron el aro y sacó un ventaja de 16-4 que rápidamente se evaporó antes de la finalización de ese período. Cuando los balcánicos pasaron al frente promediando el segundo cuarto no se bajaron más gracias al gran labor de Teodosic y el aporte de los suplentes Krstic y Savanovic. Uno de los déficit del equipo argentino son los relevos ya que no tiene un plantel tan largo como en otros certámenes. Ahí es cuando se siente las ausencias de Manu, Nocioni o el mismo Oberto, que no pudo participar de este partido por estar lesionado.Por ejemplo, los suplentes de Delfino, Scola o Prigioni si bien no desentonan, no pueden mantener la intensidad a lo largo de todos los minutos. Fue cuando Scola descansó, que los de la ex Yugoslavia tomaron la posta.
Antes del enfrentamiento se especulaba que le convenía a la Selección. Si ganar y jugar el mismo sábado, o perder y saltar al campo recién el martes. Si se daba lo segundo, se podría descansar 48 horas más y esperar por la recuperación de Fabricio Oberto. La derrota duele menos porque hubo señales positivas como el trabajo de Paolo Quinteros, clave en el final.
Ahora se viene Brasil, seleccionado dirigido por Rubén Magnano, el técnico que sacó campeón olímpico a Argentina. O sea el padre de la criatura, quien podría darle el golpe más duro a esta generación. Encima se sabe “lo bicho” que es el cordobés para armar este tipo de partidos –si no pregúntenle a un tal equipo Dream Team-. Y clásicos son clásicos.
Los brasileños encararon este certamen para volver a los primeros planos. Mas allá de la contratación de Magnano, tiene una gran camada con Varejao, Tiago Splitter como pivotes que le darán una dura pelea a Scola en la zona pintada. Los externos tienen en el nivel de siempre con Leandrinho o Marcelinho, quien fue el líder de puntos del equipo en los últimos dos cotejos. En los otros tres se repartieron esa condición tres basquetbolistas –Tiago, Leandrinho y Guillermhe-.
OCTAVOS DE FINAL
1) Serbia-Croacia
2) España-Grecia
3) Eslovenia-Australia
4) Turquía-Francia
5) Estados Unidos-Angola
6) Rusia-Nueva Zelanda
7) Lituania-China
8) Argentina-Brasil

lunes, 30 de agosto de 2010

Un monstruo de dos cabezas


Boca se recuperó ante Velez y le ganó inobjetable por 2 a 1. Justo una semana después de mostrar una imagen deplorable ante All Boys. De esta manera, el cuadro de Borghi no solo se tranquiliza sino que demostró que se puede prender pero deberá encontrar una regularidad y no demostrar sus dos caras.

¿Puede un equipo mostrar dos caras en una semana? Si, lo puede. Pasar un equipo sin alma a demostrar puro corazón para regalarle a su entrenador, Claudio Borghi, ante uno de los mejores conjuntos del fútbol argentino como Velez tras perder ante un combinado recién ascendido. Boca, un gigante que estaba dormido se despertó, y mostró que tiene dos cabezas.
Tras la pálida imagen brindada ante All Boys, el Bichi se metió entre la espada y la pared diciendo que podía abandonar el cargo. Pero sus dirigidos demostraron un compromiso con su entrenador peleando cada pelota como si era la última. Y sorprendieron a un Velez que por momentos se vio superado como hace mucho no le ocurría.
No se equivoca Borghi cuando decía que el problema era del medio hacia delante y no la línea de tres. Los goles que le habían convertido fueron por errores puntuales de sus jugadores o pelotas paradas. La dificultad era la falta de profundidad que tenía Boca y no podía abastecer el doble 9. Viatri cada día juega mejor pero Palermo está mas lento que nunca. Sin embargo, el máximo goleador de la historia del club merece que el crédito quede abierto. Entonces el problema era quienes los acompañaban. Clemente ocupando uno de los carriles mejoró notablemente y una mención especial a Pochi Chavez que le había dado una energía positiva el ratito que jugó ante los de Floresta y ante el Fortín condujo al equipo.
Hace mucho tiempo que el Xeneize no da una imagen tan buena sin la presencia de su armador, Juan Román Riquelme. Ahora deberá demostrarlo ante San Lorenzo y ratificarlo. Demostrar que su verdadera cara es la que mostró ante Velez –que curiosamente jugó uno de los peores cotejos de la era Gareca-.

domingo, 1 de agosto de 2010

Lo que mal anda, mal acaba


Maradona se fue por la puerta de atrás. No mereció ese manoseo, es cierto. Pero por estas razones está bien que la Selección sea dirigida por otra persona. Clasificación tortuosa, malos rendimientos individuales y colectivas y una eliminación desastrosa producto de sus decisiones incoherentes.

Finalmente, después de muchos rumores, el ciclo de Diego Maradona como Seleccionador Nacional llegó a su fin. Lo paradigmático de todo esto es que no concluyó debido a los malos resultados o el bajo nivel del equipo en muchos partidos, sino por actitudes que el ex capitán tuvo con algunos dirigentes. Sencillamente, impresentable. Impresentable fue el Diego como DT e impresentables fueron las excusas que esgrimieron los dirigentes, con Julio Grondona a la cabeza para no renovarle el contrato.
Lo peor de todo esto es que Maradona no sabe que significa la palabra autocrítica. Cuando le preguntaron si había vuelto a observar la derrota ante Alemania, el ahora ex DT aseveró “No lo vi, ni lo voy a ver”. O ya detectó sus errores o no les interesa encontrarlos. O realmente se cree eso de que los germanos embocaron una pelota parada y después nos liquidaron de contra. Los teutones nos dieron una lección de táctica y fútbol, a que Diego se reúsa a aprender.
Maradona dijo que lo llamaron a apagar un incendio. Pero el no lo apagó, sino que convirtió a la Selección en un infierno, con peleas ridículas y caprichosas con Grondona y Bilardo para pedir por Ruggeri, por ejemplo. “Que era el único entrenador que no podía elegir a sus ayudantes”, cuando fue designado sin tener un cuerpo técnico formado. O su estúpido enfrentamiento mediático con Riquelme, a quien lo criticó públicamente por que no le servía que le vaya a sacar la pelota a Mascherano, cuando el pobre de Messi estuvo obligado a hacer lo mismo en la debacle en Sudáfrica porque no tiene uno que le de la pelota redonda. Esta claro que eso se debió a un pase de facturas, tal vez porque el enganche no le atendió los llamados para hace vaya saber que cosa.
Si la Selección de Basile iba derecho a chocarse, Maradona aceleró y se dio de trompa contra el paredón. Si el equipo sobrevivió fue por ese gol milagroso de Palermo ante Peru. Antes, pasó el desastre de La Paz, la derrota como local después de 16 años ante Brasil, las tres caídas libres por Eliminatorias y después de yapa aunque ya estaba clasificada Argentina fue goleada por Catalunya.
Luego llegaron tal vez los peores horrores del DT. Primero la confección de la lista. Por ejemplo, se dice que España juega así porque tiene 7 jugadores que juegan en un mismo equipo, el Barcelona. O sea juegan de memoria. Argentina tenía cuatro jugadores en el Inter multicampeón (Zanetti y Cambiasso no fueron ni al Mundial), y (Samuel, quien podría haber compartido la zaga con Burdisso, justamente un ex de conjunto milanés, pero debió ver como Demichelis era una invitación a que le ganen la espalda constantemente). También la alineación aquel día ante Alemania fue una falencia del entrenador ya que debió haber sustituido a Demichelis o a Di María, de flojos desempeños en todo el certamen, porque Maradona “no se comió el chamuyo de Alemania contra Inglaterra” y no quiso alterar el andamiaje de un equipo que ya chorreaba aceite. La frutilla del postre fue la demora de los cambios.
Maradona seguramente solo vera el vaso medio lleno que indica que la Selección por primera vez en veinte años llegó entre los cinco primeros. Pero hay que ver el contexto, no enfrentó a rivales de envergadura y nunca estuvo cerca de llegar a semifinales, como si estuvo el equipo de Pekerman, cuatro años atrás cuando quedó a diez minutos de clasificarse a costa ni mas ni menos que del anfitrión. O el mismo conjunto de Passarella que fue eliminado a dos minutos del final en Francia ´98, ante Holanda.
La alevosa caída ante Alemania dejó en evidencia cuanto le falta a Diego para ser un DT, hecho y derecho. Armó un equipo partido y largo, con muchas grietas. Apostó por las individualidades cuando no había una estructura que lo sostenga.

martes, 27 de julio de 2010

El portazo de Maradona

Grondona le puso peros que conociendo a Diego no iba a aceptar. La albiceleste se quedó sin seleccionador de una forma poco clara. ¿Para que hubo una reunión si con esas condiciones era obvio que la intención de AFA era no renovar el contrato? ¿Por qué jugar con el estado emocional del ex capitán del seleccionado?

El martillo había bajado horas atrás. La suerte de Diego Maradona estaba echada antes de la reunión con Julio Grondona. Lo que hubo fue el uso de un símbolo como si fuera un profiláctico recientemente utilizado. Tras la resaca de la euforia mundialista, a Diego le soltaron la mano. Fue como a aquella señorita que todos querían en la fiesta pero después que se hizo con ella lo querían hacer la dejaron solita.
Lo insólito no es la no renovación, sino la forma. El fin no justifica los medios. Maradona tal vez sea la personas más inepta para ocupar el cargo pero no merece este manoseo. Por el jugador que fue, porque siempre le dio todo a la Selección y más allá de eso ningún ser humano merece que se le diga que todo está bien, pero por detrás planifican su crucifixión.
“Maradona es la única persona que puede hacer lo que quiera”, dijo el mandamás del fútbol argentino instantes después del papelón ante Alemania. Increíblemente que se diga eso luego de que se desnudara toda sus falencias como orientador táctico. Insólito que se diga eso y después le condicionen todo su equipo de trabajo. Lo que dinamitó su camino no fueron sus errores tácticos, algunos inadmisibles, sino sus desplantes, como su viaje a Venezuela o su ninguneo a la Presidente y su séquito.
Diego fue a marcar el territorio, dobló la apuesta antes los rumores de pedidos y le salió mal. Grondona aprovechó y le marcó la puerta de salida. No se animaba a decirle que no pero lo llenó de trabas. Como diría el propio Diez “le cortaron los piernas”. Aunque en gran parte, sus horrores tácticos, sus caprichos como el de Ruggeri y sus desplantes le facilitaron el trabajo a Grondona, que fue decidido a hacer un despido encubierto. Era obvia la respuesta de Maradona, ante esos requerimientos. Por lo tanto ¿Era necesario hacerle eso?

domingo, 11 de julio de 2010

¡Y Olé!


España se consagró campeona mundial, por primera vez en su historia, tras superar a Holanda por 1 a 0 con un gol de Iniesta cuando se moría el suplementario. La final fue cerradísima y el vencedor se quedó merecidamente con la gloria porque fue el que más propuso.


Era la final del Mundial. Lo que todo jugador sueña desde que empieza a patear una pelota. Encima, era la posibilidad tanto para España como para Holanda de quedarse con la Copa, por primera vez. Por eso pretender que se juegue bien es medio utópico más allá de que en la cancha estaban varios de los mejores jugadores del planeta como Iniesta, Xavi, Snejder, Robben.
El cotejo se jugó con dientes apretados y no se regaló nada, como se debe jugar las finales. Hubo pierna fuerte pero sin mala intención, más allá de los demasiados foules cometidos por los holandeses. Pero hay que destacar, por ejemplo, la caballerosidad de Van Persie que devolvió la pelota en un córner luego de que se le escapó a Casillas, otra devolución originada por una atención a un futbolista naranja.
El conjunto ibérico tomó desde el primer minuto las riendas del cotejo y en los primeros instantes acorraló a su adversario con las subidas de Sergio Ramos y el manejo de Xavi e Iniesta. Los de Países Bajos esperaban agazapados y confiaban en las corridas de Robben. Luego de pasar los primeros sofocones, Holanda tomó un respiro y llegó a inquietar a Casillas.
Párrafo aparte para la patética tarea de Howar Webb, el mismo árbitro que tuvo una polémica tarea en la eliminación de Italia. El referí inglés sacó demasiadas amarillas pero no se animó a expulsar a De Jong, por una temible patada a Alonso, y dejó que Van Bommel le maneje el partido a su antojo. Además, no amonestó a Snejder y a Iniesta por ser estrellas y solo les advirtió. Con el correr del duelo, todavía fue empeorando ya que no cobró un evidente tiro de esquina para los holandeses en la jugada previa al gol del campeonato.
El equipo de Vicente Del Bosque siempre fue leal sus convicciones como lo hizo durante todo el certamen, incluso después de la derrota inicial ante Suiza. Diferente fue lo de Holanda que se sacó el traje y se puso el overol para conquistar un Mundial, de una buena vez por todas. Tenía equipo para animarse a más pero prefiero defenderse y descansar en los estiletazos de Snejder y las corridas de Robben. Justamente, el volante del Inter dejó solo a Robben en un contraataque pero Casillas le ahogó el grito.
Con el ingreso de Cesc, España tuvo más profundidad. El talentoso mediocampista del Arsenal se perdió un gol increíble pero también generó varias situaciones que llevaron peligro al seguro portero Stekelenburg durante el suplementario. Cuando había olor a penales, apareció Iniesta, quien primero limpió la jugada con un delicioso taco y luego definió cruzado tras un perfecto pase de Fabregas. Gol y Justicia. Porque la Furia siempre se animó. Las ganas y sus convicciones pudieron más que el amarretismo y el miedo. Holanda nunca se animó y lo pagó caro. En su mente, estará rondando la pregunta de que hubiera pasado si apostaba al ataque. España goza y está bien que a si sea.

ESPAÑA 1-0 HOLANDA
ESPAÑA: Casillas 8; Sergio Ramos 6, Puyol 6, Pique 5, Capdevilla 5; Xabi Alonso 6 (Cesc Fabregas 7), Busquets 5; Xavi 6, Iniesta 8; Pedro 5 (Jesús Navas 6)y David Villa 5 (Fernando Torres)
HOLANDA: Stekelenburg 7; Van der Wiel 5, Heitinga 6, Mathijsen 6, Van Bronckhorst 6; Van Bommel 6, De Jong 6 (Van der Vaart 5); Snejder 6; Robben 6, Van Persie 4, Kuyt 4 (Elia 4)

viernes, 9 de julio de 2010

El padre de las derrotas


Ni Maradona ni los jugadores, el principal culpable de una nueva decepción es Julio Humberto Grondona, quien sigue atornillado en el Sillón Presidencial de la AFA, y poco parece importarle que sus decisiones sean erróneas.

A Julio Humberto Grondona poco le importa lo que le pase al Seleccionado argentino. Y no le va a seguir interesando lo que ocurra. Nada de lo que se diga en los medios, modificará su pensamiento de que debe perpetuarse como Presidente de la AFA, cargo que ocupa desde 1979.
En 31 años de gobierno, solo el título y el subcampeonato logrado en la etapa Bilardo parecen como logros importantes en su curriculum. Aparte de las Copas Américas, de 1991 y 1993, y los Juego Olímpicos de 2004 y 2008, se le puede sumar cinco Mundiales juveniles. Pero en el debe, están la Selección mayor que hace veinte años no accede a las semifinales de un Mundial y solo jugó tres finales de torneos importantes – dos copas continentales y una Copa de Confederaciones-.
Pero no pasa por la ausencia de títulos, su responsabilidad. Si no que a la hora de elegir los seleccionadores lo hace casi en forma unilateral y dictatorial. Elige él y punto. El fútbol argentino merece algo más que decisiones de una sola persona, más si se tiene en cuenta que muy pronto cumplirá 80 años y tal vez su facultad de razonar no este al 100%.
Desde 2002, cuando se produjo la reelección de Bielsa, tras el fracaso rotundo de Oriente, las resoluciones dictadas por don Julio no fueron acertadas. Por aquel tiempo, se prefirió la continuidad del proyecto, cuando en realidad ya el proceso estaba quemado. Cuando el actual DT de Chile, dejó en banda al Seleccionado, prefirió a Pekerman, pero cuando este se fue se optó por darle la revancha a Alfio Basile, a quien le llegó muy tarde su segunda oportunidad en el combinado albiceleste. Con más de sesenta años, el Coco ya no tenía ni la llegada a los jugadores como solía tener ni la fuerza física para soportar las presiones.
Así el ex entrenador de Boca y Racing dio el paso al costado, Grondona sacó un conejo de la galera inesperado: Diego Maradona, que no solo no poseía experiencia, sino que ni siquiera tenía un cuerpo técnico formado. La segunda opción en aquel tiempo era Carlos Bianchi pero el presidente de AFA tiene grandes diferencias personales con el Virrey, por lo tanto el técnico más ganador de los últimos veinte años sigue sin agarrar la Selección.
Sin embargo, Grondona seguirá en la AFA porque siempre sabe con quien tejer alianzas. Cuando asumió lo hizo gracias al guiño del almirante Lacoste en plena dictadura militar. Su flamante aliado es el gobierno kirchnerista, con quien se unió para golpear al Grupo Clarín. Si a eso se le agrega, su fama dictatorial es imposible pensar en una futura dimisión. Y mucho menos en una elección de DT que sea beneficiosa para el fútbol argentino, producto del consenso y del dialogo.

jueves, 8 de julio de 2010

La pelota se manchó


Argentina se despidió y tiñó de negro la buena imagen que había dejado a lo largo del torneo. El 4 a 0 fue la frutilla del postre, una fruta podrida eso sí, para un proceso mal parido desde el vamos.


En los últimos veinte años, Argentina nunca pareció estar más cerca de la gloria. Antes del partido por cuartos de final, parecía ser uno de los candidatos máximos, fruto de todo el poder del gol y ataque que producían sus delanteros. Y ese sentimiento de que se podía, que era ahora o nunca, tenía mucho que ver la aparente madurez como director técnico de Diego Maradona. Sí, si Argentina era de los mejores mucho tenían que ver el Diez y sus decisiones.
En este Mundial, todo lo que tocaba lo transformaba en oro. Hasta puso un rato a Palermo y este anotó un tanto. Pero solo fue un espejismo porque en el comienzo de la segunda fase todo empezó a desmembrarse. No sirve el hecho de desmerecer a los adversarios como Nigeria o Corea del Sur. Porque las Aguilas Verdes no son menos que Argelia que le empató a Inglaterra y los asiáticos tampoco eran peores que Nueva Zelanda que le había igualado a Italia. Los resultados locos de los demás candidatos que se caían uno por uno, parecían esquivar al equipo maradoneano. La eliminación de Brasil hizo ilusionar a todo el pueblo argentino. Pero algo olía mal. Cinco días antes, en la victoria sobre México, la alarma se encendió. El equipo no fue el mismo. Primero porque obviamente los adversarios habían evolucionado y en segundo lugar porque el nivel de los jugadores argentinos había involucionado. Messi había retrocedido muy atrás y necesitaba de un interlocutor como Verón para que Lio sea el Messi de Barcelona. Para colmo, su gol no llegaba y se transformaba en una obsesión.
Maradona empieza a perder la Copa cuando armó la lista definitiva. El único lateral que tenía a mano era Clemente Rodríguez pero nunca confió en él. Por eso inventó a Jonás Gutiérrez y a Otamendi para que se desempeñen en esas posiciones. Javier Zanetti, un experto en la materia, se quedó afuera para que el Chino Garce vaya a conocer Sudáfrica. Ese sector de la defensa fue el peor durante todo el torneo y ahí empezó el cataclismo ante los alemanes debido al torpe foul cometido por Otamendi.
Antes de viajar, Maradona tenía pensado jugar en un rudimentario 4-4-2 y lo transformó en un 4-3-3 mientras acampaba en el continente negro. Había sido toda una revolución. Pero había desorden. La heladera no estaba en la cocina y el inodoro no estaba en el baño. Había muchos plasmas pero nos faltaba la estufa para pasar el invierno o el ventilador para sobrellevar el verano. Muchos delanteros, falta de volantes de marcas, muchos centrales, ausencia de laterales.
Apenas comenzado el torneo, la Selección ilusionó porque Messi se parecía al de Barcelona, a Higuaín se le había abierto el arco y Tévez aportaba su potrero. Encima, Romero parecía un espectador VIP porque más allá de algunos sofocones lógicos, había tenido muy poco trabajo. Pero todo empezó a derrumbarse pero mucho antes de que Muller conecte ese centro y bata al arquero argentino.
La hecatombe futbolística comenzó puertas para adentro. Cuando se tiene debilidades como las que tenía el Seleccionado, lo mejor es tratar de maquillarlas. Pero no se hizo nada. El costado derecho sangraba y se dejó que Alemania nos abra todavía esa herida a puro fútbol. Los volantes habían perdido la batalla ante México pero poco importó porque la guerra se ganó con las individualidades. Maxi exhibió una imagen más sacrificada de lo normal y Di María también pero no alcanzó con ellos para acompañar a Mascherano, a quien el cuerpo técnico le dio la posibilidad de jugar solo porque supuestamente podía bancarse solo el mediocampo, sin otro tapón, desechando a Cambiasso y a Gago, dos que podría ser perfectamente el socio en la cruzada por la recuperación del balón. Con el resultado puesto, es fácil decir que le faltaba un socio, pero Maradona confiaba ciegamente en su capitán pero su nivel durante todo el ciclo estuvo lejos de ser el de otras épocas.
Por eso, la Copa se resbaló de los argentinos mucho antes del pitado inicial de aquel debut ante Nigeria, que tan lejos parece estar en el tiempo. La falta de laterales y un socio para Mascherano, denota una deficiencia en la concepción del plantel. Pero contra Alemania hubo tiempo para enmendar esos errores pero se miró para el otro lado. Otamendi y Di María demostraron que están más verdes que Schrek. Sus presencias en el once inicial merecían una revisión. Ni que hablar de Demichelis que fue el talón de Aquiles del equipo durante la competencia.
Luego Maradona pecó de jugadorista y no quiso quemar a Otamendi, quien pedía a gritos salir de la formación. Aunque en realidad, era su propio rendimiento lo que lo quemaba y ya estaba incinerando al equipo. Lo sacó tarde cuando el daño estaba hecho. Puso a Pastore y a Agüero para quemar los últimos cartuchos. Pero se quemó el prestigio de la Selección. El 4 a 0 fue la peor goleada sufrida por un equipo desde que se juega octavos y cuartos de final de un mundial junto al 5-1 de España sobre Dinamarca en México ´86. Tristísimo.
Tan cerca del cielo, tan lejos de la gloria, así fue la sensación luego de un nuevo Mundial. Algo se hizo bien porque Argentina hace 10 partidos que no perdía en Mundiales y en las últimas dos copas fue el mejor equipo en primera fase. Pero con eso no alcanza para dar el salto de calidad. ¿Puede seguir Maradona? Como poder, puede. Pero debería encontrar una palabra que en el diccionario maradoneano parece que no exite: autocrítica. Si detecta sus errores, los puede corregir. Puede tener su revancha. La merece por el símbolo que es. Como técnico, está en deuda. La pelota se manchó. El la manchó. Pero puede limpiarla.

martes, 6 de julio de 2010

La lupa sobre los jugadores


Este es el análisis individual de cada uno de los futbolistas que actuaron en la Copa del Mundo

Sergio Romero 6: No tuvo mucho trabajo en la primera ronda. Abortó bien los centros y los remates de lejos pese a las travesuras del balón. Ante Alemania tuvo algo de responsabilidad en el primer gol y en el resto, pese a que lo ajusticiaron, pudo hacer algo más. Igualmente aprobó.

Nicolás Otamendi 5: Contra Grecia, Maradona exageradamente lo catalogó como la figura de la cancha. Aprobó y punto. Lo mismo que contra México. En el último partido, fue una obra maestra del terror. Tuvo como atenuante que jugó toda la Copa en una posición que no es la suya pero tuvo distracciones y falencias groseras, independientemente del puesto.

Martín Demichelis 4, 80: El talón de Aquiles del equipo. Dio sensación de inseguridad en todos los partidos con errores graves. El gol ante Grecia solo sirve para las estadísticas. Su nivel fue pobre a tal punto que si se desestima en próximas convocatorias, no sería una locura

Nicolás Burdisso 6: De lo mejor de la defensa, lo más regular. Muy bien ante México y ante Alemania a veces quedaba solo para defender. Le faltó compañía.

Walter Samuel 6: Uno de los grandes ausentes en el cotejo definitorio. Perdió el puesto por lesión y merecía volver pero Maradona prefirió mantener la dupla Demichelis-Burdisso. Ante Nigeria cumplió

Gabriel Heinze 6: Símbolo del proceso. Su actuación es como un ejemplo de la de todo el equipo. Gol en el debut, sin sobresaltos contra Corea, salvó ante México dos goles en las líneas pero volvió a ser el mismo desastre que fue en Eliminatorias en el cotejo ante los germanos.

Clemente Rodríguez 7: Jugó un único partido y le había aportado salida clara al equipo ante los griegos. Era una opción para ingresar durante el partido ante los muchachos de Joachim, Low por el inoperante Otamendi, pero Maradona no pensó lo mismo evidenciando claramente que nunca fue uno de sus predilectos.

Jonás Gutiérrez 5: Otro que no estuvo en su puesto. Le faltó oficio para jugar como lateral pero sin embargo dejó varias grietas. En los dos partidos que jugó fue una invitación permanente.

Juan Sebastián Verón 5: De subcapitan a olvidado. De referente a suplente. Así fue el Mundial de la Bruja. En los dos encuentros disputados, demostró que podía ser el socio de Messi pero le faltó capacidad física para aguantar ese nivel durante todo el partido ya que solo lo hizo de a ratos. Como a la hora de recuperar, tampoco fue el acompañante ideal de Mascherano, terminó perdiendo el puesto.

Maximiliano Rodríguez 5: De mayor a menor. Ingresó por Verón y le ganó el puesto. Aportó mucho sacrificio en una versión no tan conocida suya y en un puesto como volante por derecha en una línea de tres mediocampistas que no debía jugar desde la época de Newell´s o en algún partido de la era Pekerman.

Angel Di María 5, 20: Una de las grandes frustraciones a nivel individual se esperaba mas en ataque de él. Nunca hizo prevalecer su habilidad más allá de algún chiche. Cuando se corrió a la derecha ante Alemania, complicó más que en toda la Copa. Demasiado poco para un jugador que acaba de ser vendido al Real Madrid.

Javier Mascherano 5,50: Aportó sacrificio y en él último partido con algunos cruces providenciales evitó jugadas de gol, que podrían haber provocado una goleada superior. Pero abusó muchísimo de las faltas, inclusive ese cotejo debió haber sido expulsado por el permisivo arbitro. Tuvo falencias en la distribución del balón y quedó claro que necesitaba un socio para recuperar el balón, pese a que la ubicación de otro jugador pueda incomodarlo, es lo que realmente necesitaba el equipo.

Javier Pastore 5, 50: Jugó muy poco, ya que sólo ingreso en tres enfrentamientos desde el banco. Ante Grecia le cambió la cara al equipo y demostró que se puede entender con Messi. Contra Alemania, ingresó tarde.

Lionel Messi 6, 40: Arrancó para comerse a todos crudos. Terminó desinflándose como todo el equipo. Hoy por hoy, está claro que necesita un interlocutor con quien dialogar futbolísticamente como lo son Xavi e Iniesta, en el Barcelona, o como lo fueron Riquelme y Verón, en la Selección. De cara al futuro, esa función la pueden hacer Pastore, Bolatti o Gago. Pero el 10 extraño que alguien le da la pelota redonda. Justamente con la ausencia de la Bruja se vio su versión más descolorida, que lamentablemente coincide con los partidos más importantes y puede parecer que le pesó el contexto. Tal vez sean las dos cosas, pero hay que entender que es necesario rodearlo bien, porque solo no puede. Igual dejó su impronta en el torneo, porque fue el principal responsable de que la Selección sea el conjunto más goleador de la Copa hasta antes del duelo ante los germanos.

Carlos Tevez: 6, 75. El mejor puntaje argentino de la Copa. El ex delantero de Boca no arrancó bien el torneo. Peleó más de lo que jugó ante Nigeria y contra Corea mejoró notablemente. Ante México se llevó todos los flashes con los dos goles –el último argentino en marcar dos tantos en un duelo de eliminación directa en un Mundial fue un tal Diego Maradona, ante Bélgica en México 86-. Frente Alemania hizo lo que pudo, aunque fue poco.

Gonzalo Higuain 5, 75. Los tres goles ante Corea elevan su puntaje considerablemente. Contra Nigeria erró mucho, con México fue el gol –de las mejores definiciones de todo el certamen- y poco más y ante Alemania estuvo apático.

Sergio Agüero 5, 50: Bien cuando entró en el segundo tiempo ante los asiáticos. Cuando fue titular, ante Grecia, incidió poco. Ante Alemania, entró con el resultado puesto e inalterable.

Diego Milito 5: Sólo tuvo la chance ante Grecia e hizo poco para destacar. Es cierto que nunca rindió en la Selección pero nunca tuvo muchas posibilidades de jugar al menos dos partidos seguidos.

Martín Palermo: Diez minutos le bastaron para convertirse en el anotador argentino más longevo en Mundiales. El héroe de la clasificación tuvo su capítulo en Copas del Mundo. Merecido.





Puntaje por partido
VS Alemania: Romero 5; Otamendi 3 (69´ Pastore 5), Demichelis 4, Burdisso 5, Heinze 4; M. Rodríguez 4, Mascherano 5, Di María 5 (74´ Agüero) ; Messi 4; Tevez 5 e Higuain 4

VS México: Romero 6; Otamendi 6, Demichelis 5, Burdisso 7, Heinze 7; M. Rodríguez 5 (Pastore); Mascherano 5, Di María 5; Messi 6; Tevez 9 (Verón 5), Higuain 7

VS Grecia: Romero 6; Otamendi 6, Demichelis 6, Burdisso 6, Clemente Rodríguez 7; Maxi Rodríguez 5 (Di María 6), Bolatti 5, Verón 6; Messi 7; Agûero 5 (Pastore 6), Milito 5 (Palermo)

VS Corea del Sur ARGENTINA: Sergio Romero 7; Jonás Gutiérrez 5, Martín Demichelis 4, Walter Samuel (Nicolás Burdisso 6), Gabriel Heinze 6; Maximiliano Rodríguez 6, Javier Mascherano 6, Angel Di María 6; Carlos Tevez 7 (Sergio Agüero 7), Lionel Messi 7; Gonzalo Higuaín 8 (Mario Bolatti)

VS Nigeria ARGENTINA: Sergio Romero 6; Jonás Gutiérrez 4, Martín Demichelis 5, Walter Samuel 6, Gabriel Heinze 7; Juan Verón 5 (Maxi Rodríguez), Javier Mascherano 6, Angel Di María 4 (Nicolás Burdisso); Lionel Messi 8; Carlos Tevez 6 y Gonzalo Higuaín 4 (Diego Milito)

lunes, 5 de julio de 2010

Un giorno tristisimo

Ya habrá tiempo para hacer un profundo análisis de lo hecho por Maradona y si debe continuar o no. Aparte del poderío alemán, una ensalada de desajustes propios fueron los detonantes de que el volcán haya hecho erupción.

1) Los formación inicial. México fue el aviso de que las cosas no estaban bien cuando se le regaló la pelota. Alemania tenía un poder superior al Tri. Muy superior. Si Chicharrito Hernández nos complicó; Ozil, Muller, Podolsky, Schwesteiger, Klose nos iban a lastimar. En el mediocampo se necesitaban variantes, Di María, con un bajo nivel en el torneo, era otra opción para salir de la alineación y darle un sentido más batallador con el reingreso de Jonás Gutiérrez, que por fin podría jugar en su puesto. O en su defecto, que ingreso Verón y liberar a Messi de su retroceso innecesario que se vio obligado en el juego ante los aztecas. Las vacilaciones defensivas de Demichelis imploraban que se eyecte a este defensor del once titular. La dupla Burdisso-Samuel daba mucha más confianza.
2) Las modificaciones durante el cotejo: Otamendi ya había fallado en el primer gol y se había echo a amonestar. El pibe era un manojo de nervios. Clemente Rodríguez le podía aportar la posibilidad de abrir la cancha y ser más ofensivo sin desequilibrar a todo el equipo. Pero el técnico postergó más de veinte minutos dicha salida y puso a Pastore, quien era uno de los candidatos a entrar junto a Verón, pero no por el defensor sino por algún volante, ya que el equipo terminó siendo a un más desequilibrado. Al rato sacó a Di María y puso a Agüero, otro delantero que echó más nafta al fuego. Y no pasa por quemar todos los cartuchos, sino que pasa porque se está quemando prestigio. Porque era una invitación y la goleada llegó.
3) Los bajos niveles de los futbolistas: Sin un funcionamiento colectivo aceitado, Argentina siempre dependió de lo que realicen sus jugadores. “Como se levanten los players”, diría Basile, otro DT jugadorista. Y los futbolistas nunca se levantaron, durmieron la siesta durante casi noventa minutos. Casi ninguno se salvó. Tévez y Mascherano pusieron empeño y Messi se vistió de Xavi, Iniesta y Yaya Toure pero él es mejor cuando es Messi. Pero no alcanzó.

sábado, 3 de julio de 2010

Esta pesadilla de ilusiones


La Maquinaria alemana aplastó a Argentina por 4 a 0 con una goleada histórica y la eliminó del Mundial. Todo lo bueno hecho en el torneo se despedazó por mil partes en apenas noventa minutos.

¡Ay Argentina! El sueño se transformó en pesadilla, pero una de las feas, muy feas. Una película de terror. Una de Freddy Kruger, que sus garras nos desgarró y nos sacudió mientras dormitábamos pensando en la corona. Un 4 a 0 inapelable que desnuda todas las falencias que tuvo el equipo durante todo el torneo, o marca un retroceso a los peores momentos de todo el ciclo.
El equipo de Diego Maradona era uno de los mejores conjuntos del Mundial debido a todo su potencial y caudal futbolístico. Por eso criticar al tridente ofensivo compuesto por Higuain, Tévez y Messi es absurdo más allá del poco peso que tuvieron ante Alemania.
La Selección no empezó a perder casi desde el vestuario como se dice cuando hay un gol tempranero. Su decadencia arrancó en la semana. Las dudas en defensa pedían a gritos cambios, sobretodo por el costado derecho y la arrogancia pudo más. “¿Para que cambiar?”, se dijo en el campamento argentino. Del lado de enfrente, estaba el otro cuco. El mismo elenco que había triturado a Inglaterra. Mucho juego en la mitad de la cancha y con espacios daba miedo. Mucho miedo. Sobretodo por los agujeros argentinos en defensa que fueron abundantes ante México, enfrentamiento que se abrió gracias al gol ilegítimo convertido. Pero el árbol nos tapó el bosque.
Nico Otamendi, seguramente pagará los platos rotos pese a jugar en un puesto que no es el suyo y que en sus dos participaciones anteriores había tenido actuaciones correctas. La culpa no es del chancho. El flojo nivel de Demichelis no se notó, esta vez, porque todo el equipo se contagió. Heinze volvió a ser de las Eliminatorias. Se necesitaba cambios en la mitad de la cancha para cortar el circuito germano pero poco importó. Di María solo incidió cuando se fue por derecha, Maxi hizo poco y Mascherano corrió como un perro.
El primer gol llegó tras una distracción de Otamendi en pelota parada. Cabezazo de Muller y a otra cosa. A partir de ahí, la Selección fue un manojo de nervios y cada vez que los teutones aceleraban daba la sensación de que podían convertir otro gol.
A puro corazón pero sin fútbol, Argentina simuló una mejoría pero no tuvo ideas. En el final del primer tiempo y el comienzo del complemento, inquietó pero solo por remates de afuera del área. Falto peso ofensivo.
Y a los 22 minutos otra distracción defensiva, Muller no dio una pelota por perdida y, entre Demichelis y Mascherano que durmieron la siesta, asistió a Podolski, quien cedió para Klose que con el arco vacío sentenció el sueño. Argentina ya estaba groggy. Schweinsteiger se gambeteó hasta el aire y le dio el gol a Friedich. 3 a 0. Ya era demasiado. Los cambios fueron insensatos e invitaban a la goleada. La Selección ya se arrastraba de la misma forma que lo había hecho en las Eliminatorias. El cuarto gol estuvo de más. Pero es la diferencia entre un equipazo y otro conjunto partido a la que solo la salvaron las individualidades para llegar donde llegó.

ARGENTINA 0-4 ALEMANIA
ARGENTINA: Romero 5; Otamendi 3 (69´ Pastore), Demichelis 4, Burdisso 5, Heinze 4; M. Rodríguez 4, Mascherano 5, Di María 5 (74´ Agüero) ; Messi 4; Tevez 5 e Higuain 4
ALEMANIA: Neuer 6; Lahm 7, Mertesacker 6, Friedich 7, Boateng 5; Khedira 6, Schwensteiger 8; Muller 7, Ozil 6, Podolski 7; Klose 7
Goles: 3´ Muller; 67´ y 88´ Klose y 73´ Friedich (ALE)

viernes, 2 de julio de 2010

Chúpate esta Naranja


Brasil, el cuco de todos y máximo candidato para la mayoría, sucumbió ante Holanda por 2 a 1, pese a empezar en ventaja, y fue eliminado del Mundial. El equipo europeo está por cuarta vez en semifinales y se medirá con Uruguay.

Naranja amarga para Brasil, que se le quedó atorada y se quedó afuera del Mundial, por segunda vez consecutiva le tocó en la misma instancia, cuartos de final. En esta oportunidad fue Holanda la que lo eliminó con un 2 a 1 que sorprende a muchos pero no deja demostrar que este equipo europeo es uno de los mejores del certamen.
La Verdeamarelha era una de las mayores candidatas a ganar la Copa. Lo fue mucho más cuando se puso en ventaja porque cuando el conjunto de Dunga se adelantaba en el marcador parecía imposible que se lo den vuelta debido a su solidez defensiva basada en su gran arquero Julio César. Pero puede fallar. El gran portero del Inter demostró que es humano en el momento que el menos esperaba. Salió mal en un centro tirado por Snejder y la pelota se le metió después de rebotar en Felipe Melo –tuvo una tarde noche completa, ya que luego la completó haciéndose echar-.
Luego el cerebro holandés, Snejder, volvió hacer de las suyas. Puso la cabeza a un centro tirado desde la derecha previa peinada de Kujt y Brasil se quedaba afuera. Algo inesperado si tomamos en cuenta que en el primer tiempo fue superior a su adversario pero se dejó estar y finalmente la Naranja terminó justificando la victoria aprovechando el manojo de nervios que era el conjunto sudamericano.
Fue final entonces. Un candidato se va. Pero otro esta más vivo que nunca. Se dice que lo que no te mata, te hace más fuerte. Y Holanda necesitaba esta victoria para creerse que este es el año. Dejaron la ingenuidad de lado, no es sólo juega lindo. A la calidad de sus jugadores le agregó atención en defensa para nunca quedar mal parado. Ojo con esta Naranja que le puede caer pesada a más de uno.

jueves, 1 de julio de 2010

¿Chukrut o asado?


Este sábado, Argentina y Alemania chocarán por un lugar en semifinales en un verdadero clásico del fútbol mundial. Maradona, otra vez, contra los germanos como en el 86´ y 90´ buscando su desempate personal y muchos de estos jugadores intentarán vengarse de lo ocurrido hace cuatro años cuando el anfitrión lo eliminó también en cuartos.
El tiempo pasó pero la herida aun no cerró ni la de Diego Maradona por la final perdida en 1990 ni mucho menos la de los jugadores sobrevivientes de la última eliminación ocurrida hace cuatro años. Ahora Alemania vuelve a estar en el camino y es a matar o morir.
El equipo de Diego poco se parece al de Pekerman, pese a que se repetirían algunos nombres como Heinze, Mascherano, Maxi Rodríguez y Tevez. Messi busca su venganza ahora dentro de la cancha, luego de ver todo el cotejo ante los locales en el banco de suplentes debido a los cambios obligados que tuvo que hacer José por las lesiones de Abbondanzieri y Crespo. Burdisso se había perdido aquel choque por lesión y ahora volvería a estar debido al inconveniente físico de un compañero.
Si Argentina se poco al equipo que sucumbió hace cuatro en los penales, Alemania se parece nada. Apenas repiten Mertesacker, Lahm (ahora se cruzo de banda y es lateral derecho), Schwsteiger (arranca de más atrás), Podolski y Klose. Pero el juego de las diferencias no pasa solo por ausencias y presencias, sino que el DT Joachim Low revolucionó a la selección y le dio prioridad al toque, circulación y volumen de juego. El esquema es un 4-2-3-1 en el que casi todos tienen buen manejo, excepto los centrales y el lateral izquierdo. Ahí es donde el conjunto albiceleste puede sacar rédito. Sin Ballack, los germanos agradecen la frescura que le dieron Khedira, Muller y Ozil. Este último es la revelación del Mundial ya que juega y hace jugar.
Por su parte, el elenco de Maradona tiene un Diez grande en ataque. Es el equipo más goleador del torneo con 10, mientras que su adversario lo sigue con uno menos. Tiene a uno de los artilleros (Higuain) y a una de las figuras (Messi). Pero la defensa no transmite seguridad, el costado de Demichelis no da garantías y darle la pelota a Alemania, como se la dio a México, es suicida porque los teutones tienen un gran remate de larga distancia y una precisión temible para buscar el cabezazo de Klose.
Todo puede pasar en el encuentro, el resultado está abierto. El antecedente inmediato es alentador cuando Argentina ganó el amistoso jugado en marzo pasado, pero esto es un Mundial y se sabe que Alemania se transforma en este tipo de certámenes. Por Mundiales, el combinado sudamericano solo ganó una vez y fue en la final de México 86, con Diego en la cancha, por 3 a 2. Cuatro años después se volvieron a ver las caras en la misma instancia y los germanos le provocaron la última desazón a Diego en una cancha con la camiseta nacional. Ahora Maradona va por el bueno. En los otros dos choques previos, hubo un empate sin goles (en Inglaterra 66) y una derrota por 3 a 1 (en Suecia 58).

El Grupo de los 8

Sudáfrica 2010 ya entró en su etapa decisiva. El viernes arranca los cuartos de final con el duelo atrapante entre Brasil y Holanda. Entre ese día y el sábado dirimirán un lugar en las semifinales: Uruguay-Ghana, Argentina-Alemania y España-Paraguay.

El Mundial ya entra en etapa de definiciones. Parece mentira pero en sólo diez días se sabrá que país gobernará el planeta futbolero por cuatro años, teniendo en cuenta que el campeón defensor, Italia, ya abdicó pero falta su sucesor. También se cayeron de un hondazo algunos pretendientes como Inglaterra, Portugal y Francia.
Los cuartos arranca con Brasil-Holanda, dos candidatos que chocan en una especie de semifinal anticipada ya que el sobreviviente se verá las caras con la sorpresa del Mundial, rótulo que quedará destinado al vencedor de Uruguay-Ghana. Seguramente serán huesos duros de roer pero a la postre, salvo un milagro, se lo sacarán de encima.
La otra llave aparece más compleja y no por el lado de España, que con vencer a Paraguay estará por primera vez entre los cuatro mejores por primera vez en sesenta años. La Furia aparece como seria candidata.
El duelo de cuartos más abierto parece el de Argentina-Alemania, salvo a un pulpo a nadie se le puede ocurrir vaticinar un resultado. Cuatro años después, selecciones parecidas pero diferentes se vuelven a juntar. Cualquier cosa puede pasar. Si no fuera por el marco y contexto, que provocará ciertos miedos y temores, el partido sería el más abierto y apasionante ya que llegan los equipos con mayor caudal de fútbol de lo que va del Mundial.

EL PROGRAMA
BRASIL-HOLANDA. Viernes 11 hs. Porth Elizabeth
URUGUAY-GHANA. Viernes 15:30. Johannesburgo (Soccer City)
ALEMANIA-ARGENTINA. Sábado 11 hs. Ciudad del Cabo
ESPAÑA-PARAGUAY. Sábado 15:30 hs. Johannesburgo (Ellis Park)

POSICIONES FINALES DEL NOVENO AL DECIMO SEXTO PUESTO
9. Portugal
10. Japón
11. Chile
12. Estados Unidos
13. Inglaterra
14. México
15. Corea del Sur
16. Eslovaquia

miércoles, 30 de junio de 2010

El fiasco Ronaldo


Cristiano se despidió del Mundial con más pena que gloria y pasó desapercibido, como en casi toda la Copa, en el cotejo ante España, que marcó la eliminación de su equipo en octavos de final. Una figura internacional que demostró que tiene más glamour que talento.
Las publicidades son elocuentes. El sueño de Cristiano Ronaldo no es ser el mejor jugador del planeta, sino que estar en la alfombra roja de Hollywood. Tranquilo, Cristiano ya vas a tener tiempo de trabajar como actor, glamour y facha le sobra. Pero de estar a un paso de ser leyenda, terminó haciendo sapo. Si de príncipe a sapo, sin escalas.
Poco hizo contra Costa de Marfil en el debut y el segundo partido marcó el sexto gol en un 7 a 0. Sí, un gol importantísimo. Ante Brasil se tomó vacaciones virtuales para llegar en óptimas condiciones a enfrentar a España. Selección contra la que no hizo nada. Suerte tiene Cristiano de no ser argentino, porque acá le estarían diciendo que es un vende patria o mercenario o que va para atrás porque el Real le paga una fortuna.
Cristiano tiene talento -no tanto para ser una leyenda- pero le falta lo más importante. Lo que a jugadores como por ejemplo a Diego Maradona, le sobraba. Sangre. Sin eso, solo va a ser un excelente jugador. No más que eso.

Este cuento se acabó


El sueño de la Chile de Bielsa chocó con Brasil y de un hondazo volvió a la realidad. Hizo historia al ganar un partido mundialista después de 48 años aunque fue el único sudamericano eliminado, por el momento.

Terminó el sueño de Bielsa y de Chile. ¿Fracaso? No. ¿Éxito? Tampoco. El Mundial de La Roja no fue ni bueno ni malo. Ganó los dos partidos que tenía que ganar sin mostrar brillo y cayó en sus duelos perdibles ante las potencias. Es difícil darle un rótulo a la participación trasandina en el Mundial, aunque hizo historia al ganar un partido después de 48 años, pero no llegó tan lejos como soñaban. Apenas igualó la marca del equipo del 98´ que también fue goleado por la verdeamarelha en la misma instancia. Encima, más allá del meritorio undécimo puesto final, fue el primer equipo sudamericano en perder un partido y quedar eliminado del Mundial.
Está claro que una cosa son las Eliminatorias y otra cosa es un Mundial. Es como comparar a una liga local con un trofeo continental. Los equipos de Bielsa pueden ganar, sin exagerar, 14 de 19 partidos pero en las copas en donde es a matar o morir, esa incertidumbre puede hacer volver a casa. Se necesita suerte y a la suerte hay que ayudarla.
En Corea y Japón, Argentina no había tenido fortuna. Recibió un gol de penal y otro de tiro libre. ¿Que necesidad hay de cometer infracciones tontas dentro o cerca del área? Eso no es culpa del entrenador, sino de los intérpretes que él eligió. Pero su juego no fue bueno, para nada. Demostró poco ante Nigeria y apenas inquietó a Inglaterra. Contra Suecia, jugó un gran primer tiempo, pero la mayoría de situaciones creadas fueron productos de centros. En el segundo tiempo, el gol sueco y los cambios realizados por el DT –sacó a Sorín, una de las figuras del primer tiempo, para poner al Kily que aportó mas nervios a la intranquilidad que rodeaba a la Selección- hicieron el resto.
En este Mundial, cuando todos esperaban partidos abiertos con muchos goles, apenas triunfó en dos cotejos por la mínima diferencia. A su primer rival le faltó su estrella, David Suazo, y Suiza, su segundo obstáculo, sufrió no solo la pérdida de sus dos emblemas, Frei y Senderos, sino que padeció la expulsión de otra figura clave como Behrami. Y a Chile no le echaron a Medel por una idéntica agresión. ¿Si eso no es suerte? Luego cuando tenía todo para ganar el grupo, lo superó el marco y cayó sin atenuantes contra España, aunque dio una digna imagen. Se clasificó debido al frustrante empate de Suiza con Honduras, ingresó a octavos por la ventana o como un auto que pierde aceite y llega a la meta con lo justo.
Se decía que iba a ser un duelo parejo el de octavos ante Brasil que iban a jugar de igual a igual que iba a respetar su idea. Pero renunció a su juego 3-4-3 para un 4-3-3 relegando a dos de sus jugadores más talentosos como Mati Fernández o Valdivia. Solo por un rato, hubo equivalencias, hasta que Brasil apretó el acelerador y pisoteó a Chile.
Chile tiene una generación brillante de futbolistas como Valdivia, Fernández, Suazo, Mark Gonzalez, Vidal, Medel, entre otros. Era la base del equipo que llegó a semifinales en el Mundial Sub 20 de 2007. Y Bielsa le sacó jugo y le cambió la mentalidad de que si se podía, aunque viendo los resultados todavía no se puede. Sí hay equipo para Brasil 2014. Ahora terminó el sueño y habrá que esperar cuatro años más para ver si la llegada de Bielsa es bisagra para el fútbol chileno o solo una moda pasajera. Al menos en Sudáfrica murió de pie. Solo eso.

De acá sale un finalista

Brasil y Holanda superaron sin mayores inconvenientes sus partidos de octavos, ante Chile y Eslovaquia, respectivamente, y ahora chocarán en la próxima instancia. Salvo un milagro, uno de estos dos equipos estaría en el duelo decisivo del 11 de julio.

Casi un trámite. Eso fue tanto para Holanda como para Brasil sus duelos de octavos de final. La Naranja superó caminando a Eslovaquia a media máquina y el cuadro sudamericano trituró a la Chile de Bielsa con una lección de contraataque y contundencia. Lejos de la época de Johan Cruyff o Pelé estas dos selecciones se ponen mas el overol que la galera y el bastón a la hora de salir a jugar sus cotejos.

Desde que asumió Dunga se sabía que su equipo se iba parecer más al conjunto de Parreira, que ganó el Mundial en 1994 cuando el hoy DT era capitán, que al jogo bonito que le dio tres copas en doce años. Un equipo compacto que no regala nada con la seguridad de sus centrales y el arquero. Las locomotoras en los laterales y el medio campo que corre para que Kaká maneje la batuta. El astro del Real todavía no marcó pero con asistencias le respira en la nuca a Messi o a Ozil en el rubro de jugador más influyente del Mundial. Arriba, Robinho aporta talento y Luis Fabiano, contundencia.

Por su parte, de Holanda se esperaba más en cuanto a su nivel de juego. La lesión de Robben que recién volvió a jugar unos minutos en el último enfrentamiento de primera ronda le restó brillo. Van Persie alterna más malas que buenas y Kujt impone voluntad a su falta de talento. Pero Wesley Snejder es el cerebro -¿Quién dijo que la posición de enganche murió?- y aporta claridad y también gol –es el artillero del equipo-. La defensa y su portero no sufrieron sobresaltos pero hasta ahora no enfrentaron a rivales de peso. Tal vez este regulando, cansado de ver como da espectáculo en las instancias iniciales y después solo observa como festejan los demás.

Este encuentro de cuartos no sólo definirá al primer semifinalista, sino que seguramente develará el nombre del primer finalista ya que el sobreviviente de este duelo se verá las caras con el ganador de Uruguay-Ghana. En esta instancia, generalmente la sorpresa del mundial todavía le dura la resaca y como que baja los brazos. Mientras que el otro equipo, que sería Brasil u Holanda, sale a jugar con dientes apretados porque todavía le falta para llegar a su objetivo, que no es otro que ganar la Copa del Mundo.

ANTECEDENTES

Brasil y Holanda chocaron tres veces en Mundiales. La primera vez, fue la única alegría del conjunto europeo, en 1974, ganó por 2 a 0. Veinte años después en Estados Unidos, la Verdeamarelha ganó 3 a 2 y se encaminó al tetracampeonato, también en cuartos de final. En Francia ´98, empataron 1 a 1 y en los penales Brasil se clasificó finalista.