miércoles, 30 de marzo de 2011

Que Messi no se resfrie…


La Selección sin su estrella dejó una pálida imagen en el empate sin goles ante Costa Rica. Batista puso un equipo sin delanteros y le faltó peso ofensivo.

Depender de un jugador como Messi es una tentación. Y como toda tentación tiene sus puntos oscuros. No por negar las condiciones de este jugador, sino que los imponderables del fútbol pueden provocar alguna ausencia en cualquier partido, y tal vez sea en un duelo importante, y no un simple amistoso contra Costa Rica, como ocurrió anoche.
El triste empate ante el seleccionado de Ricardo Lavolpe dejó tela para cortar. La primera conclusión se cae de madura. Con todos los delanteros argentinos, que andan rondando por el mundo, el combinado albiceleste no puede darse el lujo de jugar con medio delantero. Tévez, Agüero, Higuaín (esta saliendo de una lesión), Lisandro y Maxi López, la lista en si es interminable.
Hay situaciones realmente para aplaudir como apostar a laterales, propiamente dichos, como Zanetti o Rojo, aunque el primero este a punto de dar las hurras, y el otro este algo verde pero hay que esperarlo. Los seleccionados que llegaron lejos en los últimos mundiales, lo hicieron con línea de cuatro y laterales clásicos. En “la cueva”, Burdisso y Milito tienen categoría y Garay aprobó con creces el test ante los centroamericanos.
El tema pasa, es si es necesario jugar con tres cincos. Mucho toque. Tal vez sobre uno, Banega fue uno de los más regulares, Cambiasso marcó el único gol de la gira, Mascherano parece atornillado al puesto y nunca va a salir, por mas que sus características se contradigan con el mensaje. Por lo tanto, si el DT quiere sacrificar alguno de estos, para darle rodaje a un enlace que lleve en su ADN la conducción de un equipo, seguramente lo hará por uno de los dos primeros.
En ese concepto de imitar al Barcelona, Argentina no tiene jugadores como Xavi o Iniesta. Ni siquiera Mascherano le puede hacer sombra a Busquets, lo demuestra Guardiola al darle poco rodaje. Y adelante, la Selección niega de Tevez o Agüero para jugar junto a Messi, cuando el club blaugrana pone a un 9 típico como Villa, eso sí corrido a los costados. ¿Por qué ni Carlitos ni el Kun pueden hacer lo que hace en su equipo el goleador de la España, campeona del Mundo?
Hay muchos puntos para analizar. Al menos este equipo muestra una idea y una identidad. La del buen trato de la pelota. Pero tal vez necesite de otros intérpretes en algunos lugares para sacarle el juego y ganar algo importante, por primera vez después de 18 años.

lunes, 28 de marzo de 2011

….Y sacudile tu firulete


Riquelme salvó a Boca de la miseria y le dio tres puntos vitales para salir del fondo. Con su gol acalla las voces de los que hablaban que no podía jugar más.

¿Dónde estarán ahora los detractores de Riquelme? Seguramente estarán repitiendo, una y otra vez la jugada del tanto, poniéndole pausa, buscando un roce en la barrera para amortiguar, y decir que el gol fue de carámbola. O que tiró el centro y al pecho frío le salió al arco. Pero eso queda para los antifútbol. Es cierto que Boca ganó como pudo haber perdido, pero su victoria se debe pura exclusivamente a que el Diez frotó la lámpara.
Sin Riquelme, Boca es el Boca inexpresivo que apenas pudo empatar ante uno de los peores equipos del certamen como es All Boys, y que apenas piso el área contra Vélez y San Lorenzo. Con Román, Boca había creado más situaciones ante Godoy Cruz que en todo el resto del torneo pero perdió porque el arquero se olvidó las manos en Mar del Plata. En limpio, cuando Boca juega mal, el enganche es el menos malo. Y cuando juega bien, es el mejor.
El esquema de Falcioni fue ultra defensivo. Y le salió bien por Riquelme, valga la redundancia, y porque Colón fue inofensivo. El DT apostó un pleno al 5-3-1-1 y esta vez le salió bien. Boca fue más que el Sabalero de eso no quedan dudas, porque el arquero ofreció garantías, y una solida estructura casi no mostró falencias.
La parte defensiva Boca lo hizo a la perfección. Pero al fútbol se divide en dos partes. Defensa y ataque. Y esta última, esta en el debe, porque salvo con las subidas de Clemente o alguna genialidad de Riquelme, a Boca le faltó peso. Palermo es la sombra de su sombra, y tal vez, cuando meta la primera meta diez goles en tres partidos. Pero su físico lo pone entre las cuerdas, y con Viatri en las gateras, su presencia en el once inicial está en jaque.
Habrá que ver como hace Falcioni para darle un golpe de audacia al andamiaje. La victoria lo aleja del fondo. Ahora para empezar a sumar y a escalar, no queda otra que empezar a tener un poco de astucia y agregarle a la magia de Riquelme, algún otro socio como para lastimar más a los rivales.

Vale igual


El empate queda en un segundo plano. La Selección tuvo ideas, situaciones y un buen manejo de pelota ante un adversario para respetar como Estados Unidos. Hay cosas para mejorar pero es un buen síntoma.

¿Se puede decir que Argentina dio un paso adelante, por el solo hecho de empatar con un seleccionado, como el de Estados Unidos? Si, efectivamente. Porque este equipo albiceleste demostró tener una idea de juego y fue mucho más que los yanquis, que lejos están de ser solo un rejunte de fanáticos de beisbol o football americano, ya que demostró en el último Mundial ser un equipo respetable. El 1 a 1 poco importa. Más teniendo en cuenta, la cantidad de situaciones creadas y las formas en las que fueron hilvanadas, y el poco peligro que sufrió en la propia.
Pero lo importante es lo que hizo el conjunto de Batista y lo que hizo en el primer tiempo es para grabarlo y verlo en continuado. Un buen trato de pelota, al ras del piso, y siempre a un compañero. Esa fue la premisa fundamental de los argentinos. Con la pelota por abajo, de la mano de un Messi, que cada vez está más parecido al de Barcelona, y con el acompañamiento del resto, sobretodo de Banega –que fue el mejor detrás del rosarino, claro está-.
El gol argentino fue producto de este toqueteo made in Barcelona, que para muchos es intrascendente, pero que es admirable por la paciencia que se tiene hasta encontrar el agujero para quebrar el cerrojo del adversario, con el agregado del vértigo que le pone Messi cuando quiere. Esta vez, desbordó y después de una serie de rebotes, el Cucho Cambiasso reventó el arco estadounidense.
El segundo tiempo parecía destinado a más goles, producto del juego asociado argentino, pero llegó una pelota parada. O sea, la única forma en la que Estados Unidos podía lastimar. Andujar respondió pésimo ante el cabezazo yanqui, y se la dejó servidita a Agudelo para empatar el cotejo.
Ahí cambió el partido porque el anfitrión se agrandó y se empezó a animar. Pero este fue casi su único tiro al arco. Argentina fue superior, generó muchas situaciones, tuvo la pelota durante todo el partido y sufrió muy poco atrás. Solo le faltó un poco de punch. La intención de sumar laterales propiamente dichos (bien por darle rodaja a un joven como Rojo), un mediocampo con buen pie –tal vez le sobre un volante central-. Tal vez le falte un organizador de juego como puede ser Pastore y un delantero con gol que acompañe a Messi, porque Lio no está solito en la ofensiva del Barcelona, tiene al lado un goleador infernal como Villa.
ARGENTINA 1-1ESTADOS UNIDOS
ARGENTINA: Andujar 4; Zanetti 6, Burdisso 6, Milito 6, Rojo 6; Banega 7, Mascherano 6, Cambiasso 6; Di Maria 6, Lavezzi 6; Messi 7

sábado, 19 de marzo de 2011

Academia de Baile


Racing aplastó a Colón en Santa Fe por 4 a 0 y quedó como único puntero. El equipo de Russo se empieza a ilusionar con el torneo.

Cuando hace veinte días Racing perdió con Boca en el primer partido tras la lesión de su máxima figura Giovanni Moreno, todos pensaron que no iba a poder meterse en la lucha. Hoy quedó tan lejos, esa idea, que parece de otro campeonato porque el cuadro de Avellaneda es el equipo que, de a ratos, mejor juega.
Pero Racing resurgió. Su entrenador, Miguel Angel Russo, metió mano y supo reinventar a su equipo, que estaba preparado para bailar al compás del gran Gio, pero sin él aprendió a brillar también. Volvió Yacob, irrumpió Pillud como un lateral de Selección, Lugüercio le agregó tranquilidad a la hora de definir a su constante impetú, Hauche fue el de Argentinos pero todos los flashes se lo llevó otro colombiano: Teofilo Gutiérrez, el último refuerzo que llegó para acompañar a su compatriota Moreno, brilló con luz propia y marcó cinco goles en tres partidos.
Después del 4-3 a Olimpo, Racing aprendió de sus errores y jugó un partido casi perfecto en Santa Fe. No le dio cabida a una levantada del local, y fue contundente en ataque. Ahora tiene la gran chance de mostrar su madurez ante el campeón Estudiantes. Una prueba de fuego para ver para que está el combinado albiceleste.