domingo, 11 de julio de 2010

¡Y Olé!


España se consagró campeona mundial, por primera vez en su historia, tras superar a Holanda por 1 a 0 con un gol de Iniesta cuando se moría el suplementario. La final fue cerradísima y el vencedor se quedó merecidamente con la gloria porque fue el que más propuso.


Era la final del Mundial. Lo que todo jugador sueña desde que empieza a patear una pelota. Encima, era la posibilidad tanto para España como para Holanda de quedarse con la Copa, por primera vez. Por eso pretender que se juegue bien es medio utópico más allá de que en la cancha estaban varios de los mejores jugadores del planeta como Iniesta, Xavi, Snejder, Robben.
El cotejo se jugó con dientes apretados y no se regaló nada, como se debe jugar las finales. Hubo pierna fuerte pero sin mala intención, más allá de los demasiados foules cometidos por los holandeses. Pero hay que destacar, por ejemplo, la caballerosidad de Van Persie que devolvió la pelota en un córner luego de que se le escapó a Casillas, otra devolución originada por una atención a un futbolista naranja.
El conjunto ibérico tomó desde el primer minuto las riendas del cotejo y en los primeros instantes acorraló a su adversario con las subidas de Sergio Ramos y el manejo de Xavi e Iniesta. Los de Países Bajos esperaban agazapados y confiaban en las corridas de Robben. Luego de pasar los primeros sofocones, Holanda tomó un respiro y llegó a inquietar a Casillas.
Párrafo aparte para la patética tarea de Howar Webb, el mismo árbitro que tuvo una polémica tarea en la eliminación de Italia. El referí inglés sacó demasiadas amarillas pero no se animó a expulsar a De Jong, por una temible patada a Alonso, y dejó que Van Bommel le maneje el partido a su antojo. Además, no amonestó a Snejder y a Iniesta por ser estrellas y solo les advirtió. Con el correr del duelo, todavía fue empeorando ya que no cobró un evidente tiro de esquina para los holandeses en la jugada previa al gol del campeonato.
El equipo de Vicente Del Bosque siempre fue leal sus convicciones como lo hizo durante todo el certamen, incluso después de la derrota inicial ante Suiza. Diferente fue lo de Holanda que se sacó el traje y se puso el overol para conquistar un Mundial, de una buena vez por todas. Tenía equipo para animarse a más pero prefiero defenderse y descansar en los estiletazos de Snejder y las corridas de Robben. Justamente, el volante del Inter dejó solo a Robben en un contraataque pero Casillas le ahogó el grito.
Con el ingreso de Cesc, España tuvo más profundidad. El talentoso mediocampista del Arsenal se perdió un gol increíble pero también generó varias situaciones que llevaron peligro al seguro portero Stekelenburg durante el suplementario. Cuando había olor a penales, apareció Iniesta, quien primero limpió la jugada con un delicioso taco y luego definió cruzado tras un perfecto pase de Fabregas. Gol y Justicia. Porque la Furia siempre se animó. Las ganas y sus convicciones pudieron más que el amarretismo y el miedo. Holanda nunca se animó y lo pagó caro. En su mente, estará rondando la pregunta de que hubiera pasado si apostaba al ataque. España goza y está bien que a si sea.

ESPAÑA 1-0 HOLANDA
ESPAÑA: Casillas 8; Sergio Ramos 6, Puyol 6, Pique 5, Capdevilla 5; Xabi Alonso 6 (Cesc Fabregas 7), Busquets 5; Xavi 6, Iniesta 8; Pedro 5 (Jesús Navas 6)y David Villa 5 (Fernando Torres)
HOLANDA: Stekelenburg 7; Van der Wiel 5, Heitinga 6, Mathijsen 6, Van Bronckhorst 6; Van Bommel 6, De Jong 6 (Van der Vaart 5); Snejder 6; Robben 6, Van Persie 4, Kuyt 4 (Elia 4)

No hay comentarios:

Publicar un comentario