miércoles, 30 de junio de 2010

De acá sale un finalista

Brasil y Holanda superaron sin mayores inconvenientes sus partidos de octavos, ante Chile y Eslovaquia, respectivamente, y ahora chocarán en la próxima instancia. Salvo un milagro, uno de estos dos equipos estaría en el duelo decisivo del 11 de julio.

Casi un trámite. Eso fue tanto para Holanda como para Brasil sus duelos de octavos de final. La Naranja superó caminando a Eslovaquia a media máquina y el cuadro sudamericano trituró a la Chile de Bielsa con una lección de contraataque y contundencia. Lejos de la época de Johan Cruyff o Pelé estas dos selecciones se ponen mas el overol que la galera y el bastón a la hora de salir a jugar sus cotejos.

Desde que asumió Dunga se sabía que su equipo se iba parecer más al conjunto de Parreira, que ganó el Mundial en 1994 cuando el hoy DT era capitán, que al jogo bonito que le dio tres copas en doce años. Un equipo compacto que no regala nada con la seguridad de sus centrales y el arquero. Las locomotoras en los laterales y el medio campo que corre para que Kaká maneje la batuta. El astro del Real todavía no marcó pero con asistencias le respira en la nuca a Messi o a Ozil en el rubro de jugador más influyente del Mundial. Arriba, Robinho aporta talento y Luis Fabiano, contundencia.

Por su parte, de Holanda se esperaba más en cuanto a su nivel de juego. La lesión de Robben que recién volvió a jugar unos minutos en el último enfrentamiento de primera ronda le restó brillo. Van Persie alterna más malas que buenas y Kujt impone voluntad a su falta de talento. Pero Wesley Snejder es el cerebro -¿Quién dijo que la posición de enganche murió?- y aporta claridad y también gol –es el artillero del equipo-. La defensa y su portero no sufrieron sobresaltos pero hasta ahora no enfrentaron a rivales de peso. Tal vez este regulando, cansado de ver como da espectáculo en las instancias iniciales y después solo observa como festejan los demás.

Este encuentro de cuartos no sólo definirá al primer semifinalista, sino que seguramente develará el nombre del primer finalista ya que el sobreviviente de este duelo se verá las caras con el ganador de Uruguay-Ghana. En esta instancia, generalmente la sorpresa del mundial todavía le dura la resaca y como que baja los brazos. Mientras que el otro equipo, que sería Brasil u Holanda, sale a jugar con dientes apretados porque todavía le falta para llegar a su objetivo, que no es otro que ganar la Copa del Mundo.

ANTECEDENTES

Brasil y Holanda chocaron tres veces en Mundiales. La primera vez, fue la única alegría del conjunto europeo, en 1974, ganó por 2 a 0. Veinte años después en Estados Unidos, la Verdeamarelha ganó 3 a 2 y se encaminó al tetracampeonato, también en cuartos de final. En Francia ´98, empataron 1 a 1 y en los penales Brasil se clasificó finalista.

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