viernes, 11 de junio de 2010

Empezó la fiesta ¿Empezó el fútbol?


El Mundial arrancó con dos sendos empates. Primero Sudáfrica estuvo a punto de ganarle a México pero finalmente el cotejo finalizó 1 a 1. Luego, Francia y Uruguay también igualaron pero sin goles. En la jornada inaugural prevalecieron los miedos y las imprecisiones de todos los equipos. El anfitrión que parecía el rival más modesto terminó dando la mejor imagen.

Tanta espera, tanta ansiedad, terminaron armando un combo plagado de imprecisiones y miedos que forzaron a que los dos primeros partidos del Mundial no prevalezca el buen fútbol. Si no lo contrario, pases malos, definiciones erróneas y actitudes infantiles fueron el común denominador.
El cotejo inaugural tuvo al local, Sudáfrica, y a México como protagonistas. Los centroaméricanos llegaron a la Copa con chapa de equipo duro y de buen juego. Pero decepcionó enormemente ya que fue el anfitrión dio una mejor imagen. El primer tanto de la Copa fue de Tshabalala, quien se escapó por izquierda y sacó un sablazo que le quitó la virginidad a la Jabulani. Fue una gran sorpresa, porque en el primer tiempo el Tri había arrancado mejor, como se preveía en los papeles.
Pero en el complemento todo cambió. Llegó el tanto del local. A partir de ahí, bien parado atrás, con mucha velocidad y con la llegada de los volantes, le generó demasiados problemas al Tri. Le faltó contundencia para liquidar el cotejo. Y eso se debe a su falta de delanteros de peso. No por nada, el goleador de las Eliminatorias –la jugó para ingresar a la Copa Africana de Naciones- fue Dikgacoi, un volante. Pero los africanos pecaron de inocentes a la salida de un córner y llegó el empate de Rafa Marquez en el último cuarto de hora.
Unas horas después llegó el momento del estreno de dos campeones del mundo. Francia y Uruguay demostraron porque nadie los pone en el lote de candidatos. Jugaron un partido horrible que hasta tuvo al primer expulsado del Mundial: Nicolás Lodeiro, la joven promesa charrúa que puso la pierna de más y fue correctamente expulsado. El cuadro rioplatense hizo poco en ataque, dependió de Forlan –quien despilfarró una chance neta cerca del final-. En tanto, Les Bleus hicieron poco y todo fue pura y exclusivamente por la acción de Ribbery. Tras el ingreso de Henry tuvo más presencia en el área y pudo haber modificado el score pero no hubiera sido lo correcto.
Otra vez como en 2002, franceses y uruguayos empataron sin goles. En aquel certamen, se quedaron afuera en primera ronda. Todavía están tiempo pero si juegan como hoy, su recorrido en Sudáfrica será muy corto.

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