Maidana, ex Xeneize, le dio la victoria a River en el superclásico. Otra vez Boca se quedó sin técnico y ahora necesita cirugía mayor urgente. El local sacó pecho y de a poco sale del fondo de los promedios.
River recuperó la sonrisa a costa de un apático y errante Boca y se quedó con el clásico después de tres años, justo en el debut de Juan José López como entrenador. La derrota también dejó afuera del club al DT Xeneize.
Desde la actitud y el convencimiento durante la semana, el Millonario empezó a ganar el clásico. Si bien es inentendible e histórico que hayan despedido a su DT antes del clásico, por las dudas de perder y que el eterno adversario lo deje anárquico tácticamente, la llegada de Jota Jota descomprimió. Supo que había que dejar el traje para otro momento, y ponerse el overol. Puso un central, un doble tapón para absorber a la única arma seria del contrincante, Juan Roman Riquelme.
No sólo en actitud, el equipo de Nuñez goleó a su ex vecino, sino que también tácticamente. Es incomprensible que Jesús Méndez, haya vuelto a jugar como carrilero por derecha, cuando está testeado que no para ni al colectivo. No se sabe de que jugó Clemente, si de lateral o volante. Y porque Matías Giménez fue más mediocampista central que carrilero.
El cotejo para Boca terminó mucho antes que el furibundo cabezazo de Maidana llegue a la red. Cuando a los diez minutos, Román hizo señas de que no podía más. Ahí River se convenció todavía más, y Boca con el enganche rengo, quedó discapacitado para generar fútbol. El local se malentonó y solo con garra se lo llevó por delante. Pereyra se hizo un picnic con Méndez y Cellay, Lamela hizo revolcar a la sombra de Battaglia y Ortega de a ratos se rejuvenecía y parecía el Burrito de otras épocas.
A Boca solo lo salvó Javier García, el arquerito tan atacado a veces, fue el único que estuvo a la altura de las circunstancias. Sin él, Boca tal vez se hubiera vuelto con una goleada histórica. Le salvó un mano a mano a Ortega, y sendos remates de Acevedo y Lamela. No hubo más porque River se refugió innecesariamente ante un rival pálido y cuando pudo contragolpear no supo hilvanar.
El final fue previsible. Boca casi no inquietó. Y Borghi marchó. Ya no había forma de sostenerlo. River lo goleó tácticamente y el Bichi renunció, como había querido hacer días atrás pero no lo dejaron. El Xeneize tenía todo para herir feo a su rival pero le terminó poniendo el respirado artificial con tres puntos de oro.
SINTESIS
RIVER: Carrizo 6; Ferrari 6, Maidana 8, Ferrero 6, Román 6; Acevedo 6, Almeyda 7, Pereyra 7; Lamela 6; Ortega 6, Pavone 6 DT JJ López
BOCA: García 7; Cellay 4, Caruzzo 5, Insaurralde 4, Clemente Rodríguez 4; Méndez 3, Battaglia 5, Matías Giménez 4; Riquelme 4; Palermo 4, Mouche 3
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