Grecia va por su segundo Mundial y pretende a pura garra y en base a su fortaleza defensiva lograr pasar de ronda.
Como la antigua Grecia, el equipo heleno está lleno de guerreros. Como los cuentos y leyendas de Hercules, Aquiles y Ulises, también parece irreal aquella conquista en la Eurocopa 2004, cuando el seleccionado de Otto Renhagel sorprendió a las potencias del continente y se quedó con el trofeo.
Nada lírico. Nada bello. Para nada da espectáculo este combinado pero le alcanzó para meterse en el segundo Mundial de su historia. En su anterior experiencia, fue triturado por el equipo de Basile. También lo aplastó Bulgaria y Nigeria fue un poco más amable ya que solo le hizo dos goles. En total volvió a Atenas con la canasta llena –diez tantos recibió- y volvió virgen de festejos propios.
Pero en 2004, llegó la revolución Renhagel. “Dale duro Otto” piden Homero y Barney en un capítulo de los Simpsons. Bueno, este DT parece pedirle esos a sus jugadores. Puede ser rústico, rudimentario o tosco pero cuando se refugia atrás es difícil entrarle. Parece que pone un fuerte o un castillo en el área y crearle peligro puede tardar tanto como hacer caer a Troya. Por lo tanto, lo ideal para el conjunto de Maradona es llegar al tercer encuentro ya clasificado, o al menos estar por encima de los griegos en la tabla de posiciones para no estar obligado a marcarle a este equipo.
Karagounis o Katsouranis, dos volantes sobrevivientes de aquella gesta en Portugal hace seis años, son los cerebros del equipo. Angelos Charisteas espera poder hacer un par de goles históricos. La otra figura es el artillero Gekas, máximo goleador en las Eliminatorias.
Como la antigua Grecia, el equipo heleno está lleno de guerreros. Como los cuentos y leyendas de Hercules, Aquiles y Ulises, también parece irreal aquella conquista en la Eurocopa 2004, cuando el seleccionado de Otto Renhagel sorprendió a las potencias del continente y se quedó con el trofeo.
Nada lírico. Nada bello. Para nada da espectáculo este combinado pero le alcanzó para meterse en el segundo Mundial de su historia. En su anterior experiencia, fue triturado por el equipo de Basile. También lo aplastó Bulgaria y Nigeria fue un poco más amable ya que solo le hizo dos goles. En total volvió a Atenas con la canasta llena –diez tantos recibió- y volvió virgen de festejos propios.
Pero en 2004, llegó la revolución Renhagel. “Dale duro Otto” piden Homero y Barney en un capítulo de los Simpsons. Bueno, este DT parece pedirle esos a sus jugadores. Puede ser rústico, rudimentario o tosco pero cuando se refugia atrás es difícil entrarle. Parece que pone un fuerte o un castillo en el área y crearle peligro puede tardar tanto como hacer caer a Troya. Por lo tanto, lo ideal para el conjunto de Maradona es llegar al tercer encuentro ya clasificado, o al menos estar por encima de los griegos en la tabla de posiciones para no estar obligado a marcarle a este equipo.
Karagounis o Katsouranis, dos volantes sobrevivientes de aquella gesta en Portugal hace seis años, son los cerebros del equipo. Angelos Charisteas espera poder hacer un par de goles históricos. La otra figura es el artillero Gekas, máximo goleador en las Eliminatorias.
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