Boca salvó el semestre al ganarle a un paupérrimo River por 2 a 0, con dos goles del chileno Medel, quien luego se fue expulsado, y dejó a su tradicional rival colista en la tabla de los promedios para la temporada que viene.
Se habló mucho en la semana previa del superclásico. Que River quería dejar a Boca último, pero para eso debía esperar el milagro de que Atlético Tucumán le gane a Estudiantes. Un dicho que no sirvió de mucho, solo para despertar al equipo de la ribera y unirse en post de la victoria.
El domingo se empezó a jugar el clásico bajo un diluvio que provocó la suspensión. Un nuevo papelón de la dirigencia de Boca, que no sólo juega con el prestigio del equipo sino que también con el de La Bombonera. En esos 10 minutos, el Xeneize demostró que quería ganar el clásico y la visita quería contragolpear.
El miércoles salió el sol. Pero sólo para Boca. Porque con la cancha seca, el local que tiene un equipo con mejor pie tenía las de ganar. Y a River se le nubló la cabeza. Poco había pasado en los primeros minutos cuando previsiblemente, el partido se abrió con una pelota parada. Gary Medel, en posición muy dudosa, empujó un centro de Riquelme y encendió el delirio de La 12.
El plan de Astrada; controlar el cotejo sin necesidad de asumir la responsabilidad duró un suspiro. Con la desventaja, se le cayó la estantería. Gallardo no da más –sin embargo fue de lo mejorcito- y el resto de los jugadores de la mitad de la cancha para arriba los superó el marco –Funes Mori, Canales y Rojas-.
Lo de Boca lejos estuvo de ser brillante. Le faltó profundidad, ya que no tuvo muchas situaciones, solo un par de remates de Palermo y Riquelme, que se fueron cerca. La chance más neta –aparte del tanto del chileno, claro está- fue una increíble masita que Funes Mori le obsequió a Javier García.
En el complemento, Boca salió decidido a pisar a su rival caído. A terminar de agrandar la herida para que no se levante. Y rápidamente llegó el golpe de knock out. Roman abrió para Monzon, que tiró un caño y tiro el centro atrás, que Gaitan dejó pasar para que otra vez Medel, ahora a la carrera, fusilara a Vega. De esta manera, el chileno, en su primer clásico como titular, marcó la misma cantidad de goles que su compatriota Salas en toda su carrera.
Ahí terminó el partido porque River se entregó mansamente a la derrota, más allá de alguna revolcada que obligó hacer al arquerito Xeneize. Y Boca bajó la persiana, sólo le faltó la frutilla del postre del gol de Palermo que lo convierta en el máximo goleador de la historia del club. Pero eso es otra historia. El Superclásico dejó a un vencedor inobjetable. Y ahora la crisis volvió para el barrio de Nuñez que arrancaría último en los promedios de descenso de la próxima temporada.
BOCA 2: Javier García 8; Muñoz 7, Luiz Alberto 6, Bonilla 6, Monzon 7; Medel 8, Méndez 7, Gimenez 6; Riquelme 8; Gaitan 6 y Palermo 6 DT: Abel Alvez
RIVER 0: Vega 5; Ferrari 4, Ferrero 5, Cabral 3, Díaz 4; Almeyda 5 (Afranchino 5), Ahumada 4, Rojas 4 (Pereyra 4); Gallardo 5; Canales 4 y Funes Mori 3 DT Leonardo Astrada
Goles: Medel (BOC)
Amonestados: Mendez, Bonilla (BOC); Almeyda, Gallardo (RIV)
Expulsado: Medel (BOC)
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