domingo, 14 de marzo de 2010

Rojo de angustia

Independiente no para de ganar pero también no para de sufrir. Su as de espalda no es ni Silvera ni Piatti, su andar victorioso se basa en las actuaciones de su arquero Adrián Gabbarini, quien contra Chacarita fue otra vez figura y por cuarto partido consecutivo mantuvo la valla invicta.

Cuando el equipo dejó el invicto hace cuatro partidos, en la cancha de Velez, ante el muletto del conjunto de Ricardo Gareca, con un 0-3 rotundo, parecía que Independiente se caía. O que no le iba a dar la talla para pelearle el torneo al Grupo de los Seis Chicos pero no tan chicos: Estudiantes, Banfield, Newell´s, Lanus, Colon y el elenco de Liniers-, quienes vienen dominando los últimos torneos.
Pero todo cambió en menos de veinte días: Tres victorias en ocho días. Dos por 1 a 0 ante Racing y Tigre, y un 2-0 ante River, pusieron a los de Américo Gallego como puntero del certamen. Liderazgo que se fortaleció con la victoria ante Chacarita también por la mínima diferencia.
El Rojo gana y gana. Pero lejos está de los grandes equipos que tuvo la institución. Si se lo compara con el último Independiente campeón, nada tiene que ver. Salvo, claro está, que el entrenador es el Tolo y el goleador es Andrés Silvera. Los atributos que tiene este combinado es otro. Una sólida defensa, en la que se destaca su joven arquero Adrian Gabbarini y el resucitado Eduardo Tuzzio, y cuando llega lastima. En su último compromiso, ante el Funebrero, marcó un gol en los primeros minutos y después lo defendió a muerte.
Recién estamos llegando a la primera mitad del certamen, pero con Estudiantes, Velez y Banfield a full en la copa; Lanús, Newell´s y Colon lejos y con los otros grandes en otra cosa. El Rojo parece como un claro favorito. No gusta. Pero gana. Contra el combinado del Negro Gamboa, el de Avellaneda demostró que no se tambalea en la punta y que los partidos chivos los pasa tranquilo. El fixture que se le viene no da mucho miedo. Ya jugó dos clásicos y los ganó. Los otros dos que le faltan ante San Lorenzo y Boca, los tiene en su remodelado estadio “Libertadores de América”, reducto que parece una fortaleza ya que desde su inauguración sólo perdio un encuentro. De esta manera, la vida le sonríe a Independiente, claro que todavía falta mucho y no todas las tardes o noche lo va a salvar o su portero o el olfato goleador de Silvera.

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