jueves, 11 de marzo de 2010

Fuera de Orbita

Boca sigue sin enderezar el rumbo. El equipo no responde y el entrenador no sabe donde está parado. Tras la derrota ante Racing, el Xeneize casi se despidió del campeonato cuando recién van ocho fechas.

“La culpa no es del chancho es del que le da de comer”, dice un refrán que cabe a la perfección para describir la situación de Boca. Porque si bien el entrenador Abel Alves es una máquina de coleccionar desaciertos, el error principal es de la dirigencia que obligó a la salida de Alfio Basile y Carlos Bianchi, pero su obra maestra de terror fue poner a un técnico con experiencia cero en el armado de un equipo de Primera y sin la espalda ancha para soportar tantas frustraciones.
¡¿En que pensaban los dirigentes en poner a un DT interino…por seis meses?! Seguramente no les importaba regalar un torneo y manchar el nombre de la institución que si no mejorar terminar como su pariente lejano: River, último en un torneo y peleando la Promoción.
¿Era muy difícil conseguir un técnico para hacerse cargo del equipo? Diego Cagna, Miguel Russo o algún viejo ídolo olvidado podrían haber suplantado al Coco, con más margen de error que el prácticamente desconocido Alves, que sólo dirigió a juveniles.
Pero el DT no para en cometer errores u horrores. Primero, el club gasta mas de dos millones de dólares en un volante central, Jesús Mendez, y él se empecina en ponerlo de ocho y quemarlo. Segundo, lo mismo ocurrió con Prediger, un cinco actuando de volante por derecha. Tercer, un carrilero o lateral, Medel, metido en el medio. Cuarto, cambia y cambia en los entretiempos y el resultado es el mismo. Quinto, en vez de intentar cerrar el partido ubicando en cancha a Mouche por el lesionado Gaitan, dispone el ingreso de Rosada para armar una defensa de cuatro volantes centrales en la primera fecha ante Argentinos. Sexto, empatando en cancha de Boca 0 a 0 con Atlético Tucumán saca a Martín Palermo. Séptimo, le faltó muñeca para realizar una variante y detener o enfriar la embestida de Vélez. Octavo, las modificaciones llegaron para el otro partido, todo el medio campo fue retocado de cara al duelo ante Racing, incluso el Pochi Chavez, quien había sido el jugador más regular –y la rueda de auxilio más importante para Riquelme- de los últimos tres duelos.
Los jugadores tampoco ayudan. Roberto Abbondanzieri dejó el club a la primera de cambio y sólo soportó ir una vez al banco, antes de irse a jugar al Internacional de Porto Alegre. Hugo Ibarra ni siquiera acepta su mal desempeño y no quiere sentarse con los suplentes.
Los errores de los jugadores no son menores que los del coach. Paletta pifió un cabezazo y dejó al descubierto su zona, en la que se escapó Leandro González en el empate de Estudiantes. Otros compañeros duermen la siesta y dejan habilitados a los jugadores en off side. Los centros al área son casi un penal. Así el equipo, va camino a no entrar en la Sudamericana y se vuelve a complicar un nuevo ingreso a la Libertadores del 2011.

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