lunes, 29 de marzo de 2010

Chino Maidana noqueó pero preocupa su técnica

Retuvo por segunda vez el interinato superligero de la AMB y sigue pidiendo enfrentarse al “que sea”

El argentino Marcos René “Chino” Maidana (28-1, 27 KOs) es pura potencia. No es noticia. Parecería que nadie –o casi nadie, excepto el ucraniano Andreas Kotelnik, su único vencedor– puede evitar sucumbir ante sus pulverizadores puños ¿Pero… alcanza sólo con apostar “un pleno” al nocaut para ganar siempre en el primer nivel mundial?

Víctor “Mermelada” Cayo, dominicano, de 24-0 (16 KOs) por entonces, le hizo buena pelea al noqueador santafesino. Pero hasta que su cuerpo aguantó. No más allá del sexto round, claro. Maidana lo ultimó con preciso gancho al cuerpo y sumó así la segunda defensa de su faja interina de la Asociación Mundial (AMB), en las 140 libras. Fue anoche y en las Vegas –en el Hard Rock Hotel–. A lo grande. Como se está acostumbrando el argentino.

Sin embargo, hay una “luz roja” –o al menos “amarilla”– que se enciende. Sí. A pesar del éxito, del nocaut, de entretener y de gustar (sobre todo a los fanáticos de los pegadores), hay un problema en Marcos René. Y es su inestabilidad en el progreso de su técnica. Es decir, la dificultad de defenderse cada vez mejor y atacar con más estilo y calidad. Y atención: si bien el talento es innato en un boxeador, la técnica, la escuela, la esgrima, se aprenden y mejoran en el gimnasio.

Fue una versión de Maidana el que cayó por puntos ante Kotelnik, otro diferente –mejorado, eso por seguro– el que sacó de combate a Víctor Ortiz y nuevamente otro –que involucionó notablemente– el que demolió al dominicano Cayo. Tiene altibajos, “Chino”. Y en la cúspide del boxeo, como apunta siempre estar el pupilo de Miguel Díaz, no se puede titubear. Pero argentino no quiere defensas fáciles. No le sirve sumar y sumar. No desea esquivar rivales, sino enfrentarse a los mejores. “Al que sea”, dice él. Por suerte, tiene un punch aniquilador y por eso gana, a veces sin brillar. Ah, también, tiene un corazón enorme –vaya si lo probó– que lo hace ir siempre al frente.

Maidana puede mejorar. Lo ha hecho. Y sino, fíjense el gancho implacable en la boca de estómago que puso a Cayo –doblado, muy dolorido– sobre el tapiz por cuenta de diez y más también. Fue un golpe de trayectoria perfecta. No fue un boleado. No fue un “Ave María” y que sea lo que Dios quiera. Pero recibe mucho. Su defensa es muy permeable. Y ante un fajador, pudo haberle costado muy caro.

Si logra no desesperarse nunca en acción. Si entrena y sigue al pie de la letra las indicaciones y las enseñanzas de su entrenador (muy importante sería que no lo cambiara más) y mejora su boxeo, tanto en el gimnasio como en pelea, Argentina tiene para rato a su mejor exponente. Y será muy difícil que lo derroten. Porque ya demostró que es ganador y noqueador. No le afecta pelear en Estados Unidos. No se amilana ante las figuras. Puede caer y más de una vez pero se levanta, se recupera y noquea. No elude a nadie. Es decir, tiene lo que tiene que tener un campeón: querer siempre ser el mejor.

Por: Renato Gulli

No hay comentarios:

Publicar un comentario