lunes, 5 de diciembre de 2011

Las buenas ya van a venir


A diferencia de 2008, el equipo argentino estuvo a la altura, y perdió con España porque enfrento a Nadal, el mejor de la historia en polvo de ladrillo, y a Ferrer, que tuvo el mejor año de su vida. Aplausos para Nalbandian, Schwank y al propio Delpo, que batalló hasta el final.

De entrada, la serie parecía dificilísima. De hecho, lo fue. Pero el equipo argentino de Copa Davis esta vez estuvo a la altura de las circunstancias. Y solo perdió por la envergadura de los rivales que estuvo en frente. Ni mas ni menos, que Rafael Nadal, el mejor jugador de la historia en polvo de ladrillo, y David Ferrer, que tuvo la mejor temporada de su carrera en donde fue semifinalista del Masters.
Si Nadal esta bien físicamente, es imbatible en polvo de ladrillo. Por eso no fue una locura, guardar a Nalbandian para jugar en dobles. Claro, la pregunta es si Mónaco, tiene categoría para jugar una final de Copa Davis, pero como no era el partido que definía la historia, y si lo podía ser el doble.
El segundo punto de single, fue decisivo. A Del Potro le falto resto físico, para jugar a cinco sets. Teniendo en cuenta, el año que tuvieron tanto el argentino como Ferrer, era previsible que el español le de el punto a su país. El aplauso fue por las horas y horas que duro el match.
Si el viernes Nadal paseo a Mónaco, lo de la dupla nacional contra la ibérica no se quedó atrás. El dúo compuesto por Nalbandian y Schwank que tuvo una actuación sobresaliente contra los verdugos de 2008, Verdasco y Feliciano López.
El cuarto puesto que definió la serie tuvo connotaciones anímicas, que divagaron por todos los niveles, esperanza con el primer set, preocupación en el segundo cuando Nadal empezaba a ser el de siempre, desazón en el tercero, y una ilusión renacida cuando Delpo quebró y se puso 5 a 3, pero no lo pudo definir. El anfitrión no le dio lugar y forzó el tie break. Pese al resultado, el tandilense dejó todo en una superficie en la que no se siente cómodo ante ni más ni menos que el “Rey del Polvo”.
El año que viene, Argentina enfrentara a los grandes pesos pesados de local, como Serbia y España, y algún otro más. Si Delpo se sigue reencontrando con su tenis que lo llevo a ganar el US Open hace dos años. Si a Nalbandian le da el cuero para seguir poniendo el alma y el corazón al equipo. Ahora se le agrego la capacidad de Schwank de responder y fortalecer el dobles. Si se da todas esas cosas, tal vez llegue el momento de que la Ensaladera se quede de una vez por todas en nuestro país.

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