miércoles, 14 de abril de 2010

Con la Cappa de superhéroe

El ex de DT de Huracán llega volando para rescatar a un River que se hunde cada vez más en el abismo. Pero más que nada parece una decisión de reencontrarse con su viejo estilo: del paladar negro, abandonado en los últimos años.

Tras varios años y campañas en la sombra, a River se le abrió una nueva esperanza. No es un simple cambio de figuritas en la función de entrenador. Si no que la llegada de Angel Cappa implica una reconciliación con la vieja escuela del club de Núñez.
Más allá de aquél título del equipo de Diego Simeone, en 2008, el Millonario traicionó su filosofía en post de un resultado. Del paladar negro se pasó a una obsesión por los puntos. Desde 2005, -también podemos poner como fecha de inicio de la debacle algunos años antes-, la elección de jugadores y técnicos poco tenía que ver con la historia. River había perdido su identidad. O había vendido su alma al diablo.
Los triunfos en el verano ante el turbulento Boca no sirvieron de nada. Sólo para agrandar a chicos que, tal vez, necesitaban un golpe de horno más. Pero las urgencias les hizo quemar etapas. Mucho tiene que ver el entrenador Leonardo Astrada con algunos dichos pocos racionales como “me gustaría dejarlos últimos” en referencia a su eterno rival, hicieron agrandar al Némesis. Y su equipo quedó antepenúltimo y él fuera de la institución. Más allá de eso, la mala campaña era previsible. Sin Buonanote y con Ortega jugando poco y nada, el campeonato no era malo hasta el clásico contra el Xeneize que inició el countdown a la extinción del ciclo.
Ahora Daniel Passarella tomó su primera decisión como presidente y con nervios de acero definió rápido como cuando se paraba ante un tiro libre o un penal. Sólo un par de horas le bastaron para elegir un DT. Mientras que en la otra vereda, Amor Ameal hacen días que no encuentran alguien que se siente en la silla eléctrica de la Ribera, y lo peor que ni saben por donde empezar a buscar. En 1975, otro Angel, Labruna, tomaba las riendas de un River que hacía 18 años que no lograba un título en la anterior etapa más funesta del club. Una situación similar pero ahora el agua parece llegar al cuello ya que un fantasma completamente ajeno a la historia del club empieza a flotar por los pasillos del Monumental: los promedios del descenso. El Millonario arrancaría último en los promedios para la temporada que viene a ocho puntos de los equipos que tiene más cerca: Central y Racing.
El ex DT de Huracán intenta que sus jugadores asimilen en un abrir y cerrar de ojos su mensaje claro del buen trato de pelota. Una puesta nada fácil. Porque tal vez no le abunden esos tipos de jugadores en este plantel. Pero tal vez de la nada saque a un nuevo Pastore, un nuevo Defederico y encuentre un flamante Bolatti como refuerzo. Habrá que ver si con las urgencias puede sacarle el juego a los jugadores como se los sacó rápidamente en su etapa en el Globo.
La decisión más arriesgada tal vez sea la de arrancar ya ante un fixture por demás complicado como ante Godoy Cruz, Estudiantes y Velez, tres de los mejores equipos de la actualidad, preparados en fila india para darle un nuevo cachetazo. Pero dicen que el arriesga no gana. Passarella ya arriesgó. Habrá que ver si en esta sale ganador.

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